Muchas veces los católicos nos entusiasmamos en hacer cosas que están bien, pero que son pequeñeces superfluas. Hay detalles de la fe que son buenos en sí… pero que los sobredimensionamos como si fueran absolutos e imprescindibles.
Esto trae una doble consecuencia. Por un lado, es una carga que la larga resulta agobiante y nos desanima en la práctica de la fe. Por otra parte, nos hace crecer en la soberbia y juzgamos (condenando) al hermano que no cumple con estos ritos o acciones.
Para que no te pierdas en tonterías, Jesús te da un mapa con 3 tips para que descubras lo esencial de la ley.
Jesús se enoja con los practicantes muy meticulosos de su época: los escribas y fariseos. Los trata de hipócritas porque se quedan en los detalles tontos y se olvidan de lo esencial de la Ley. Son capaces de colar un mosquito pero se tragan un camello. Esto lo podemos encontrar en el Evangelio de Mateo 23,23-24.
Allí, para darles un gps para su vida les recuerda que es lo esencial de la ley, es decir, lo que todo católico tiene que vivir para agradar de verdad a Dios. Repasémoslo.
1.- La Justicia.
Es la capacidad de ver al otro como hermano y darle a cada uno lo que le corresponde. El justo no se mueve por sus intereses mezquinos. El justo hace lo que tiene que hacer, respetando la dignidad del otro como ser humano.
Es la justicia el termómetro que nos ayuda a medir nuestro amor al prójimo.
2.- La Misericordia
Es la capacidad de ver al otro en su miseria y con-dolerse con él. La misericordia que se apiada de las necesidades de los demás y los ayuda aunque no esté obligado en justicia. La misericordia que no guarda rencor y es capaz de perdonar las ofensas, sobre todo porque antes se sabe perdonado por Dios.
Es la misericordia la que nos hace tener un corazón muy parecido al de Dios.
3.- La Fidelidad
Es nuestra relación de fe con Dios. Fidelidad a su enseñanza, al camino que el Hijo de Dios nos enseñó. Fidelidad a Dios al tomar decisiones. Fidelidad a Dios al administrar nuestro tiempo e incluirlo en el culto. Fidelidad que es actuar como verdadero creyente en todo momento.
Es la fe la que nos transforma en creyentes discípulos de Jesús.
Como ves, este gps sigue siendo muy actual. Nos ayuda a humanizarnos en el trato con los demás, a divinizar todas nuestras acciones porque le damos sabor de trascendencia.
Meditalo.