¿Un edificio religioso debe ser usado como museo? La lógica dice que un edificio debe ser usado para lo que fue construido. Por lo menos, debería ser así. Pero esto no es lo que pasa con la Catedral de San Isaac en la ciudad de San Petesburgo, Rusia. Por eso en el mes de febrero más de 10.000 personas procesionaron por las calles, con cruces y banderas, para pedir el regreso de la Iglesia al Patriarcado de Moscú.
Nos informa AsiaNews que el padre Alexander Volkov, de la oficina de prensa del Patriarcado, puso de manifiesto que tal cantidad de gente en las calles es a causa de que "muchos no son indiferentes a la suerte de la catedral de San Isaac, la cual debe ser ante todo un lugar de oración, al igual que cualquier otro edificio cristiano".
Esta marcha ha desatado un intenso debate y manifestaciones contrarias ya que temen que una administración de la Iglesia puede llevar al deterioro del “museo”.
El edificio
La Catedral se construyó desde 1818 a 1858. Y es un edificio imponente, verdadero ícono de la ciudad de San Petersburgo. Trabajaron artistas de toda Europa. Para decorarla usaron 43 tipos de minerales: el zócalo revestido de granito y en el interior (paredes y suelos) se ven mármoles rusos, italianos y franceses; las columnas del retablo están revestidas de malaquita y lapislázuli. Resalta a la vista la cúpula que tiene 21 metros de diámetro y para dorarla emplearon 100 kilos de oro. En su interior hay casi 400 obras entre esculturas, pinturas y mosaicos. Para tener una dimensión aproximada de su tamaño, simplemente digamos que tiene capacidad para 14 mil personas.
En este video podemos disfrutar algo de su belleza.
Los orígenes de la discordia
En 1917, con la revolución comunista en Rusia, el edificio fue convertido en un museo. Alco coherente con la ideología atea de quienes tomaron el poder. Esto es algo que continúa ahora, a pesar de la caída del comunismo. Lo único que cambió es que la Iglesia Rusa tiene derecho a dos celebraciones diarias en su interior… pero sigue siendo museo.
En el 2010 una ley impuso la devolución de los bienes religiosos bajo el control de la Iglesia. Por este motivo el Patriarcado Ruso, luego de haber obtenido la gestión de la catedral de Smolny en el Neva y de la Iglesia de San Sansón, ahora hace los oficios para la administración de este edificio construido bajo la fe de los Ortodoxos.