Este es un tema muy delicado. Por las consecuencias tóxicas, nocivas, que puede tener para la vida de fe de mucha gente. Especialmente si son jóvenes. Tengamos en cuenta que no son todos los grupos parroquiales así... pero puede llegar a ser una tentación.

Vamos a ver sus características y sus remedios a través de un artículo del padre Longenecker (en inglés el original).

Características sectarias

Se enumeran solamente cuatro. Hay muchas más, pero a estas hay que prestarles atención.

1. Todo es maravilloso y todos te cuentan lo maravilloso que es.

Un signo muy elocuente de que no se vive la realidad tal cual es. En el mundo real existen cosas muy lindas... pero mezcladas con nuestras limitaciones y maldades (leé, por ejemplo, los capítulos 7 y 8 de la Carta a los Romanos... los dos juntos y no solamente el 8).

La contrapartida a los reales grises de la vida es lo que ocurre en las sectas. Allí las cosas que son negativas o feas se ocultan. Se muestra sólo la bondad de los integrantes y de la vida en común que llevan adelante.

2. Los dirigentes (líderes) son geniales

En un grupo parroquial sectario (0 movimiento eclesial) el líder es una persona que triunfa en todo. Es magnífico y estupendo. Por esto... concentra todo el liderazgo él solo.

Y si tiene un grupito que le ayuda a tomar decisiones... nadie se entera de lo que ocurre allí. Tienen una especie de pacto de silencio que no permite que se ventilen las cosas. Ni rinden cuenta a nadie de las decisiones que toman... porque para eso son los dirigentes. 

El padre Longenecker, que antes de ser sacerdote católico fue protestante, habla de un culto a la personalidad y aconseja: "Si encuentras un liderazgo no transparente de este tipo, no te asombres, y sospecha".

3. Criticar y disentir no está permitido

Todos deben estar de acuerdo. Quién pone un pero... será entiquetado como un "problemático" y se le hace el vacío. Esto es una consecuencia del primer y segundo punto: si el grupo es maravilloso y el líder genial... el que disiente es el "raro".

Al que ponga sus reparos para alguna cuestión se le dirá que "no es suficientemente espiritual" o "no está crecido" o... (poné vos el otro argumento, ese que escuchaste decir...).

Entonces esa persona disidente, muchas veces, será considerado como el verdadero culpable de que las cosas no funcionen... por su "espíritu negativo".

4.- Sólo el grupo es "realmente" bueno...

Por eso todos los demás "nos persiguen". Un grupo sectario considera a los demás grupos como tibios o corruptos. No tienen la "sana doctrina" o no entendieron en verdad el Evangelio.

Por esto tratan de mantenerse lejos... para no contaminarse.

A veces llegan a afirmar que Dios permite la "incomprensión de los demás para con nosotros" como una cruz que confirma que se está en la verdad... que esta manera de vivir o encarar el catolicismo es la única verdadera.

Los remedios para sanar los grupos

Son interesantes los consejos que nos da este sacerdote para no caer en estos grupos sectarios. O para que no hagamos de nuestro grupo una secta.

Lo primero que advierte es que estos grupos no nacen de esta manera. Se van haciendo con comportamientos "casuales" a los que se van acostumbrando. Todo va de a poquito... paso a paso (como el cuentito de la ranita que le van calentando el agua de a poquito hasta que muere cocinada).

Estos son los antídotos que propone para contrarrestar esta tentación sectaria.

1. Participar en la parroquia de mi barrio

Parece una tontería... pero el sistema católico de parroquias tiene la ventaja de dificultar el espíritu sectario. Porque voy a la parroquia que me toca geográficamente. Y allí hay de todo.

Es decir... habrá curas, catequistas, dirigentes... que ¡no son para nada maravillosos!!! Es la gente que te "toca en suerte" porque es la que vive allí. Y eso te aleja de los "grupos de elegidos".

2. El sentido común

Lo recomienda porque "el sentido común baja las cosas a tierra y pincha el globo de la pomposidad". El sentido común es ese olfato espiritual que nos ayuda a ver que hay cosas que no son normales o "raras" y a prestar atención a sus causas y consecuencias para no actuar de esa manera.

En otras palabras... desconfiá de algo que es demasiado bueno como para ser verdad (realidad).

3. La libertad para criticar y disentir

¿Qué problema hay en opinar distinto en cosas que no vayan en contra de la fe y la moral católica? ¿Qué problema hay en no estar de acuerdo con el dirigente sobre la actividad a realizar o la manera de encarar un tema de estudio?

Por eso nos recuerda el cura que "un verdadero líder servidor y un verdadero grupo basado en el servicio valorará a todos los miembros y será fuerte para escuchar a las voces críticas. Tratarán la crítica como algo positivo y estarán abiertos a ella, y a los de fuera".

4. Confesión y admisión de errores

En primer lugar, darle lugar a la confesión sacramental, la cual es una herramienta eficaz para anular las herramientas sectarias. Cuando yo pido perdón por mis pecados... no me creo ni en un "grupo maravilloso" ni que soy un "líder genial".

Eso sí... la confesión la debemos tomar en serio: con dolor por los pecados y propósito de enmienda.

Sino la transformamos en una actividad sectaria y llegamos a decir: "nosotros nos confesamos todas las semanas... no como aquellos que lo hacen una vez por mes, una al año o nunca lo hacen".

5. La humildad

Una doble advertencia a tener en cuenta. “La verdadera religión es sólo eso. Es real. Es humilde. Recuerde que la palabra "humildad" viene de la palabra "humus", que significa "tierra". La verdadera religión es bajar a la tierra. Es humilde.

Pero además "Humus" es también la raíz de "humor". La verdadera religión siempre sabe cómo sonreír. Si un grupo o una persona no pueden reírse de sí mismos, son sospechosos. Si se toman a sí mismos, o a su movimiento, o a su espiritualidad con la mayor seriedad… ¡cuidado!

Para mirarse y no mirar a los otros

Este artículo puede generar una actitud muy corriente entre nosotros: pensar que es para los demás, que describe a tal persona o a tal grupo. Por eso debemos, antes que mirar la paja del ojo ajeno... quitar el tronco que tenemos en el nuestro.

Es que la conversión y el cambio de nuestras parroquias comienza por el cambio interior de cada uno: curas, dirigentes y laicos en general.

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3 COMENTARIOS

  1. A los sectarios le duele la verdad, como dice el punto 1 es todo maravilloso. Hacen un dios a su gusto!

  2. Como anillo al dedo. La Formacion Pastoral no termina tanto se que nada se. Como la piñata tiene ahora tanto SECTARIOS como ahora se que se llaman yo antes pensaba que era salud mental y que el mal que esto causa no solo a la comunidad a la que se pertenece sino que dede el alislamiento de tanto que se sabe queda que las ovejas en vez de ver unidad por el amor de Dios ya mas parece el Club Social. Gracias Padre por este gran recurso y seguieremos aprendiendo.
    DIOS ES BUENO Y SU ESPERANZA QUE NOS DA CADA DIA ES GRANDE.

  3. me gusto mucho esta aclaracion y ,claro que los hay ,algunos se niegan a trabajar en conjunto con las parroquias ,en el caso de las Capillas ,pero no todo es malo ,las criticas estan para decirlas o hacerlas por el bien de todos ,creo que con el Sinodo Arquidiosesano ,las personas de buena voluntad se aderiran mas ,especialmente en el tema de la catequesis ,que es lo que mas preocupa porque aveces esta en manos de catequistas que actuan como verdaderos evangelicos y algunos lo son,aunque tengamos buenos parrocos ,gracias padre por esta ayuda por poder identificar

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