La solidaridad es salir al encuentro del otro para ofrecerle ayuda en la necesidad. En criollo, los argentinos le decimos hace una “gauchada”. Es tender una mano al necesitado sin esperar nada en cambio.

La caridad es la solidaridad humana con un plus: hacerlo con el amor de Dios (caridad) que es infinito y no deja a nadie fuera de su cobijo. El católico se sabe amado por Dios y por eso ama a su prójimo como a sí mismo. Así entendemos la caridad: y esto está tan lejos de dar una moneda y desentenderse… ¿no?

Desde los mismos inicios de la historia el catolicismo hizo carne la enseñanza de Jesús sobre imitar al buen samaritano (Lc 10,29-37). Lo podemos ver claro en el mandato que los apóstoles le dieron a Pablo luego del primer Concilio en Jerusalén y que él siempre tenía presente: “solamente nos recomendaron que nos acordáramos de los pobres, lo que siempre he tratado de hacer” (Gal 2,10). Y lo podemos comprobar en las innumerables instituciones que la Iglesia Católica ha fundado a lo largo del tiempo y de las regiones de nuestro mundo.

Para el católico, entonces, no hay contraposición entre estos dos términos. Cuando hablamos fuera del ámbito de nuestra fe le decimos solidaridad. Cuando lo hacemos entre creyentes, usamos la palabra caridad. Pero expresan la misma realidad, la misma acción de amor concreto al prójimo.

Claro… no todo es color de rosa. Muchas veces no vivimos en profundidad el mandato del Señor. El joven youtuber católico Seba Iako, desde su experiencia solidaria, nos advierte sobre desviaciones en el amor al prójimo.

Tres caridades tóxicas

Describe muy bien tres conductas desviadas, con ejemplos muy concretos que nacen de sus vivencias solidarias. La primera es la Caridad Escénica: te encanta aparecer… no hacer. Brota del yo soberbio.

A esta le suma la Caridad Líquida: se evapora con el tiempo… no es constante. El bien tiene que durar toda la vida.

Por último, presenta la Caridad de Moda: lo hago porque los demás lo hacen. Se compromete con los tiempos y no con las personas. Te dejo el video para que lo disfrutes:

La tóxica solidaridad vertical

En este nuevo video hace referencia a otro aspecto errado de la solidaridad, lo que denomina Caridad vertical: lo miro al que ayudo desde arriba. YO soy el importante.

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