En este encuentro con nuestros sinodales de 1915, hoy le dedicamos este artículo al Padre Andrés Zaninetti. ¿Qué sabemos de este sacerdote?
Sus orígenes
Andrés nació en Fontaneto D’Agogna, Provincia y Diócesis de Novara, Italia el 22 de febrero de 1881. Hijo de Battista Zaninetti, hijo de Guisseppe y Domenica Boca, hija de Luigi Boca, nativos de Fontaneto. Encontramos en el legajo de su hermano, una foto de la familia que la adjuntamos en este escrito. Allí vemos a José en primer lugar, después Don Juan Bautista, su hermana Santina, Andrés, la mamá Dominga y otro hermano Carlos, jesuita.
La familia llega a Paraná en 1886. Andrés ingresó, igual que su hermano José al Colegio "La Inmaculada", de Santa fe. A los dieciséis años, recibió Tonsura y cuatro Ordenes Menores el 18 de septiembre de 1897 de Manos de Mons. Gelabert; en la Iglesia de La Merced de Santa Fe. El Sub Diaconado el 7 de septiembre de 1902, el Diaconado el 4/3/03 y el Presbiterado el 10 de octubre de ese año, todas en la Catedral de Paraná de manos de Mons. de La Lastra.
Fue nombrado Teniente de Cura en la Catedral el 26 de diciembre de 1903 y ayudo a su hermano José que era el Párroco hasta 1908. Capellán de Coro, era Cultor de la música sacra y en 1908 viajó a Roma donde estudió con el Abate Perosi.
Sus estudios musicales
Profundizó sus estudios en Francia y España, en los centros Benedictinos de Solesmes y Silos, respectivamente. Entre 1908 y 1911 se radicó en Italia.
De esta época encontramos en su legajo una carta dirigida a Mons. Salvador Echegaray el 12 de septiembre de 1910: en ella le cuenta que no pierde la esperanza de volver un día a estas tierras,
“pero por ahora mis padres aun no quieren saber nada de viajes ultramarinos. Yo pensaba hacer un viaje este mes si mis ocupaciones me lo permitían, pero desgraciadamente he tenido que postergarlo a mejor época ya por varios compromisos, ya por el temor de tener que hacer alguna cuarentena de desinfección en Martin García al llegar a Buenos Aires, por los casos de cólera que se suceden en la baja Italia.
Por aquí estamos inmunes del terrible flagelo. Mi primer viaje a la Argentina no será para quedarme; con el tiempo tal vez me decida, según como van las cosas y como estén mis padres.
En estos días me ruegan para aceptar el cargo de Capellán de la casa del Márquez Leonardi, diputado por este departamento, católico practico y residente en su gran palacio en Gattico donde se encuentra Santina y mi cuñado, el cual es ya medico de la dicha casa. Probablemente aceptaré solo interinamente, pues la ocupación no sería más que decir misa los días festivos y enseñarles religión a los hijos del Márquez, pudiendo siempre ayudar a José en la escuela de Música, pues Gattico dista de esta solo cuarenta minutos…
Sigue contando en esta extensa carta el trabajo que realiza, dice que su vida en vez de ser cómoda y aburrida, se ha vuelto más entretenida, variada y del mismo tiempo ejercitada en el ministerio sacerdotal. Cuenta que su hermano
José no tiene descanso con su bendita música, trabaja día y noche, tenemos escuela de canto, treinta niños y otros tantos hombres, saben ya las misas, las vísperas y otros muchísimos cantos… nunca ha gustado tanto la misa como con esta escuela: José sigue siempre componiendo música, la cual es muy aceptada y pedida, solo que la publicaran cuando ya sea vieja para la escuela.
La publicada la cantan en todas partes aun en las grandes ciudades, Novara, Milán. La bendita escuela nos da un trabajo extraordinario.
Sigue relatando anécdotas de las fiestas de la Virgen y otras que han tenido en este tiempo y le envía sus saludos a los Padres Poyet, Balcala, Borques y un abrazo a su padrino, a quien está dirigida esta carta.
Inspector de parroquias
De regreso al país en 1911, ocupó el cargo de Inspector de Parroquias y Capellán de Hospitales en la Diócesis de Paraná,
El 4 de marzo de 1911 el Obispo Giuseppe Gamba de la Diócesis de Novara, autorizó su permanencia en la Diócesis de Paraná. Ocupó entonces el cargo de Cura y Vicario de Concepción del Uruguay, en el cual se desempeño por casi 30 años.
Se dedico a las obras económico-sociales y de asistencia social, fundó el Círculo de Obreros, el sindicato de Obreros del Puerto, el Barrio de las Conferencias Vicentinas y los talleres de Barrio
Alternaba su actividad pastoral con la docencia en la Escuela Normal de Profesores y en el Colegio del Uruguay "Justo José de Urquiza". Es en esta época que es sinodal por ser Párroco de Concepción del Uruguay.
Vicario foráneo
Fue Vicario Foráneo del Distrito Uruguay desde el 12 de abril de 1916 a 1939 De enero de 1921, existe en el legajo una carta de su hermano José, que desde Borgomanero, adonde han viajado nuevamente; le escribe al Obispo.
Le cuenta que ha conseguido la mayor parte de las cosas que le ha encargado de Milán.
Que en Roma les ha ido bien, han obtenido la audiencia del Santo Padre. Andrés se saturó de conferencias sobre altos estudios sociales en que tomaron parte los ases del actual movimiento social italiano y de otros países. Las discusiones eran dirigidas por el Obispo lombardo, ex Director de la importante Revista Scuola sociale de Milán, Mons. Minoretti, el hombre de ideas más claras que sobre esos temas hablaba en el Congreso. El ultimo día o mejor la última noche, fueron obsequiados con un té en la sede de la Federación de las Cooperativas italianas. También fuimos invitados nosotros, aprovechando la oportunidad para hablar con el Presidente y sobre la Cooperativa Clerical recién fundada en nuestra Diócesis. Esta gente no concibe como en pocos días se pueden subscribir acciones y disponer statin illico, como dice Finocchi, de fondos para trabajar inmediatamente… el 24 salimos de casa, el 25 a las 10 a. m nos embarcamos en el Barceló para Barcelona y el 4 en el Infanta Isabel de Borbón dejaremos estas tierras. Puede imaginar la pena de mi gente al ver que ha pasado los meses de nuestra estadía. Andrés no ha sacado del viaje y del descanso el provecho que yo me esperaba, del insomnio no se ha curado no obstante los cuidados de que se le ha rodeado.
Fue pródigo en iniciativas de carácter social basadas en la doctrina de la iglesia. En julio de 1932 participo con el grupo de jóvenes de la parroquia del 1er Congreso Diocesano de Jóvenes Católicos de Entre Ríos.
“El 7 de febrero de 1936 cumplió sus Bodas de Plata con la parroquia de la Concepción del Uruguay. Sacerdote celoso, consagró sus veinticinco años de pastor a la cristianización y fomento de la vida religiosa de la importante parroquia confiada a su solicitud, haciendo llegar su acción sacerdotal no solo al campo religioso sino también al económico, social y cultural de su pueblo. .. Uruguay que lo aprecia sinceramente y que valora con toda justicia su obra, quiso testimoniarle su reconocimiento con demostraciones religiosas y sociales que se realizaron con este objeto”,
dice un artículo del Boletín Eclesiástico de ese año.
Un oratorio en Concepción del Uruguay
Resentido su organismo por la gran actividad que ejercía, sintió los primeros síntomas de la enfermedad que debía más tarde llevarlo al sepulcro. Presentó su renuncia a la parroquia, la que fue aceptada el 18 de abril de 1939, permaneciendo en la misma ciudad en una quinta de los suburbios.
En noviembre de 1940 la Comisión de Homenaje le entrega un edificio destinado a Oratorio en nombre de la ciudad de Concepción del Uruguay, en gratitud por su larga y fecunda actuación como Cura Párroco por espacio de casi treinta años dirigiendo la parroquia con tanto celo y abnegación.
En diciembre de 1947, le escribe a Mons. Zenobio Guilland, haciendo una memoria de lo que ha realizado desde 1911 en su parroquia, el Circulo donde inicia comprando terreno, construcción del edificio y lo deja terminado y funcionando. La biblioteca Buena Lectura que principio con un armario y deja un edificio de de tres pisos. Con las Vicentinas, el hogar San Vicente con una cuadra de terreno. La escuela Taller Santa Teresita, la escuela taller San José, la escuela taller María Auxiliadora, Escuela Taller Concepción, todas con terreno y edificio, mucha de las cuales las creo siendo Intendente. Mejoró la casa parroquial, la iglesia. Aquí cuenta que trabajando con el albañil, éste le cuenta que en la pared exterior del Mausoleo del Gral. Urquiza trabajó toda una noche para colocar la urna con los restos del Gral.
Más tarde encontrándose con el nieto de Urquiza, el Doctor Luis Campos Urquiza le pregunta si es esto real y se sorprende alarmado porque era un secreto de familia.
“Al templo lo atendí, en sus mejoras, después de encontrarse en pleno desarrollo la obra social cristiana y la feligresía fue entonces generosa y entre instalación eléctrica, bancos, comulgatorio, techos, una refacción que costeo la Sra. Teresa Urquiza de Sans Valiente, veinte mil pesos, el campanario, ornamentos y el soberbio órgano, se han invertido en el templo más de ochenta mil pesos durante mi estadía.
Y por último el Oratorio San Andrés que me obsequiara la población”…
sigue detallando la obra realizada,
”y en cuanto a la vida religiosa, recuerdo que en un principio era desolador ver un núcleo tan pequeño de fieles que me hacía pensar, aquí hay que vender templo y comprar feligreses y de doscientas comuniones en la fiesta más grande del año se transformaron en dos mil”
Rumbo a Italia
En abril de 1948, pidió permiso para visitar a los suyos que residían en Italia y embarcado a fines de mayo, pensaba en el regreso cuando lo sorprendió la muerte después de una brevísima enfermedad.
Falleció en Capertongo, Italia el 25 de agosto de 1948. Había dejado a modo de testamento una cartulina o papel de los que se acostumbraba a usar para participaciones de enlace, redactado por el mismo, pero no tenia fecha, ni firma, por lo que quedaba invalidado y fue encontrado entre sus cosas en su casa. En la clausula la más importante determinaba que el inmueble de su residencia con todo lo edificado, clavado y plantado, así como la isla denominada del Canario; pasen a la parroquia de la Inmaculada de esa ciudad para que con la autoridad diocesana a la cual pertenezca se instituya y establezca una colonia de Vacaciones con preferencia de estudiantes de colegio Seminario Diocesano o en su defecto a las huérfanas del Asilo del Sagrado Corazón. Además acuerda que sus servidores María y Jeremías Prati, permanezcan gratuitamente en la propiedad de su residencia y gozar de los beneficios de la misma.
Como no tenía validez este testamento se inicia un juicio sucesorio del que su hermana Santina es la heredera y da cumplimiento a sus deseos.
Otro sacerdote, sinodal y que es recordado por su entrega, en este caso de una parroquia que ya no pertenece a nuestra diócesis actualmente, pero que ha dejado una huella imborrable en la iglesia de Entre Ríos