En esta semana se cumplen los treinta años de la presencia de las Benedictinas en nuestra Arquidiócesis. Y para recordar esta presencia y bendición para nuestra iglesia que mejor que conocerlas.

¿Que sabemos de esta congregación? Que  tienen su vida dedicada a Dios, todo su tiempo está consagrado a él, con alabanzas y oraciones. Se reúnen siete veces al día en la capilla para rezar y elaboran dulces artesanales para sostenerse económicamente. Y que tenemos un Monasterio en el territorio de nuestra Arquidiócesis que fue fundado como Casa dependiente el 31 de mayo de 1987, a pedido del entonces Arzobispo de Paraná, Monseñor Karlic.

Monasterio Benedictinas Casa

Los antecedentes de la fundación

Si bien la relación con el gobierno de nuestra arquidiócesis comienza antes de esa fecha, va a ser recién con la llegada de Mons. Estanislao E. Karlic que se va a concretar la instalación del Monasterio Nuestra Señora del Paraná.

El 10 de junio de 1985, la Hermana Cándida María del Monasterio Gaudium Mariae de San Antonio de Arredondo, Córdoba; le envía a Mons. Karlic, una carta donde adjunta fotocopia del pedido que hiciera el Cardenal  Primatesta para la fundación de ese monasterio. Le pide que eso le inspire para hacer su pedido, y que se sienta libre de sobre el proyecto de fundación y “que el mas que nadie puede darse cuenta de lo que necesita su grey”. Usted sabe, dice el texto “que estamos muy dispuestas a darle prioridad a su pedido y a implantar la vida monástica en la arquidiócesis, sobre todo porque en Entre Ríos está el primer núcleo monástico de todo el cono sur y más aun, de América española, lo cual hizo que siempre pareciera necesario el otro monasterio femenino. 

Por eso monseñor, no dejo de sentir un poco, que de hacerse la fundación, no se haga en el departamento Diamante; pienso que la cercanía de la Abadía hubiera manifestado más claramente la unidad de la orden en esa Provincia.”

“Concretando”, dice más adelante, “si decide realmente seguir con esta fundación cuando seamos sui juris (mayo de 1986) que le haga el pedido correspondiente para que pueda disponer desde ya todo lo necesario”.

El 28 de noviembre de 1985 Monseñor Karlic, le escribe a la Madre Cándida María Cymbalista, Priora del Monasterio de Arredondo, sobre la fundación del Monasterio de Paraná. “Pido a la Virgen que traslade su gozo a Paraná, escondido en el corazón de Ustedes”, dice al finalizar la carta.

El 1 de junio de 1986 se reúnen en la Curia, Monseñor Karlic, el Padre Abad del Monasterio del Niño Dios de Victoria, R.P. Giotto, la R. M. Cándida Cymbalista, Priora del Monasterio Gaudium Mariae, de donde partirán las hermanas fundadoras, el Vicario Episcopal para los religiosos Padre Miguel Schoeder y otros sacerdotes, religiosos y laicos. Está también presente, un miembro de la familia Folonier, donante del predio en que será levantado el monasterio. Actuó como secretaria Haydée Copati.

Allí la Madre Cándida explico las etapas a cumplir, en primer lugar, preparar a la Diócesis para recibir la fundación, haciendo conocer el tipo de vocación y los frutos que su presencia aporta al bien de la iglesia. En segundo lugar, la instalación provisoria de las Hermanas, de manera que puedan llevar su vida monástica y la tercera la edificación del monasterio definitivo.

El 22 de julio de 1986, el arzobispo de Parana envía una carta a los sacerdotes y comunidades religiosas de su arquidiócesis. En ella cuenta la historia de los benedictinos en Entre Ríos y que luego de la subdivisión de las otras Diócesis, “quedamos sin congregaciones de vida contemplativa y que a pesar de eso, llama la atención la cantidad de vocaciones de hijas e hijos entrerrianos que han engrosado las filas de los que se dedica su vida a la oración, ya en monasterios benedictinos, ya trapenses, ya carmelitas.”…

“Esta carta tiene por finalidad comunicar a todos esta gran alegría pero también señalar que todos debemos hacer posible el advenimiento de esta gracia tan grande para la Arquidiócesis con nuestra oración de petición y nuestros sacrificios y nuestra colaboración”

Para esto, dice el texto de la carta, ya hay algunos hermanos que han ofrecido su colaboración y han constituido una comisión Pro Fundación: Presidente el Dr. Rubén Arias, Vice Presidente, Mario Moine, Secretaria, Elodia Colantonio, vocales Walkyria  Heinze, Alejandro Eusebio, Hna. María Teresa Osege y Elle de Sgarbanti.

El día elegido para la fundación

El 10 de octubre de 1986, la Madre Cándida le escribe a Monseñor, diciendo que le parece que a la comunidad le pareció muy poco tiempo el mes de diciembre para la fundación y “que les parece mejor la fecha 31 de mayo, pues es el día de la Ascensión a la vez que la Visitación , misterio este de la Virgen que podría ser el de la fiesta de Nuestra Señora del Parana´, ya que viene en canoíta a visitar a sus hijos litoraleños para traerles un ceibo en flor y su niño como esperanza, como alegría”.

Y continua diciendo esta carta, “que así también estarían vinculando el deseo de la Familia Folonier que quería donar en nombre de su madre que se llamaba Isabel. Así también les daría un margen después de la visita del Papa, para preparar la ciudad y las instituciones.

Yo necesito una respuesta con tiempo pues debo comunicar a los Abades, Superioras, etc.aun cuando  la cosa se haga en dos etapas; la primera como acogida de la Arquidiócesis, la segunda como instalación definitiva en la casa del propio monasterio.”

Sigue diciendo en la carta que cuando esté listo el rescripto de la fundación, que ella le informará para que haga el pedido a Adveniat entre otros a fin de dar comienzo a las obras. Le sugiere además que la campaña interna podría llevar el lema: Regalemos al Papa un monasterio y que después de terminado sería el regalo de su visita. Recordamos que 1987 fue el año de la Visita Papal a Paraná.

“Demás está decirle el buen espíritu que hay en la comunidad respecto de este proyecto que hacemos desde nuestra pobreza humana y material… le pido que me bendiga y rece por mi conversión, cada minuto es una chance…” termina su carta la Madre Cándida María.

De esa fecha también encontramos una carta de la Madre, dirigida a nuestra querida Elodia Colantonio, que trabajara en la comisión Pro fundación, agradeciendo su excelente trabajo. Dice allí que se acepta el ofrecimiento de las Hermanas Franciscanas de Gantes de la casa que da a calle Jujuy, con lo cual queda resuelto el problema de la búsqueda de vivienda provisoria. Después de algunas cuestiones prácticas, sobre el equipamiento de la casa, dice que la fundación saldría desde la Abadía del Niño Dios de Victoria acompañadas por esa comunidad.

En la navidad del 86, le escribe la Madre a Mons. Karlic contándole que el 20 ha recibido el Rescripto cuyo original ha guardado el Padre Guiotto, ya que ella se encontraba en Santa Escolástica. De eso manda copia, dice el texto, “queda en pie la fecha del 31 de mayo. La Abadía de Santa Escolástica, regala la Cruz de la fundación y pediré a Stanbrook, la Abadía bisabuela de nuestro monasterio (en Inglaterra) nos envíe la Regla de la Fundación. En cuanto a la casa provisoria, la Comunidad reunida en el Capitulo, después de oír el informe de la Hermana Isabel, analizando el plano y fotos de la casa ofrecida por las Hermanas del Espíritu Santo , optan por esta casa y dejan sin efecto el ofrecimiento anterior de las Hermanas Franciscanas de Gante.”

En enero de 1987 Mons. Karlic contesta a la Madre Cándida su parecer sobre la imagen que se está haciendo para este monasterio, que le parece muy hermosa, original y simple; y como sugerencia por si le es útil le indica unos puntos sobre el rostro de la virgen, o el color del rio o que entre los árboles del fondo, podría haber un jacaranda, típico y bonito.

Con fecha 16 de febrero, llega el Rescripto que tenia fecha 4 de septiembre del año anterior, por el cual se autorizaba el establecimiento del monasterio Nuestra Señora del Paraná en nuestra Arquidiócesis y el Rescripto de la Sagrada Congregación de Religiosos e Institutos Seculares del 21 de noviembre de 1986, que permite abrir la Casa y entrar en periodo fundacional.

Llega el día

Y llega el 31 de mayo tan esperado… A la hora fijada llegan las monjas con la Cruz fundacional, la Regla y el Libro de las Horas. La esperan en la puerta de la Catedral, el Obispo y los ministros ya revestidos. El Obispo va con mitra y báculo. Se organiza la procesión encabezada por el Obispo, seguido de los ministros, las monjas fundadoras, monjes y monjas, religiosos y religiosa, laicos.

Las monjas fundadoras depositan la Cruz, la Regla y el Libro de las horas, sobre la credencia junto al altar y luego son conducidas por el obispo y clero a los asientos reservados.

Los demás monjes y monjas también se ubican en bancos reservados, así como la comisión. La misa se desarrolla sin variantes.

Al finalizar la misa, los fieles saludan brevemente a las fundadoras y parten en autos para la aldea María Luisa. Ya en el lugar, el Prelado busca el Santísimo que estaba reservado en la Parroquia y se organiza la procesión. Llegados a la casa, hecha la reserva del santísimo sacramento y colocada la Cruz en el lugar correspondiente, se inicia la bendición de la casa.

Terminada esta celebración, el Obispo entrega las llaves de la casa y el sello del Monasterio a la Priora.

Comienza entonces la vida monástica femenina en la Arquidiócesis, la comunidad está formada por la Madre Isabel Guiroy, Hna. María Graciela  Sufe, Hna. Jerónima Portillo, Hna. Rosa María Alonso, Hna. Patricia Lía y Hna. María Sofía Sgarbanti. Esta comunidad llega con una tradición de quince siglos de vida monástica para hacerla vida en esta iglesia de Paraná.

El lema del monasterio: “Tu paz como rito”. Texto del Profeta Isaías, que obliga a la comunidad a orar y dar testimonio de la paz en los hogares, en los consagrados, en los jóvenes, en toda la sociedad de nuestra Iglesia Particular. El nombre del nuevo Monasterio, Nuestra Señora del Paraná da a esta fundación un fuerte sello mariano. Que la madre del Señor y Madre de la iglesia, construya la presencia contemplativa de estas hijas de San Benito.” Reza la bendición de la sede provisoria del monasterio en el 31 de Mayo, día de la Ascensión del Señor.

Monasterio Benedictinas Dulces

El 28 de diciembre de 1992  es la dedicación del Altar, la bendición de la Iglesia, las campanas y el monasterio actual.

Felices treinta años a la comunidad del monasterio Nuestra Señora del Paraná,  acompañándonos desde ese hermoso lugar de oración y paz.

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3 COMENTARIOS

  1. Me alegra conocer un poco más de la historia de la llegada de las Benedictinas a la Arquidiócesis. Gratos recuerdos porque en esos inicios pude vivenciar muy de cerca todos los preparativos ya que, al pertenecer a la Congregación Misioneras Siervas del Espíritu Santo, siendo Superiora la Hna. María Teresa Ossege. (actualmente en el Convento Cristo Rey, Esperanza, Santa Fe).
    Gracias

  2. Me encantaria visitarlo y poder colaborar con algo el lugar es maravilloso y espero poder ir antes del verano porque me imagino el calor y los insectos voladores pero quisiera saber como se llega y como hago para mi visita soy del Gran Buenos Aires Avellaneda, desde este lugar les envio lluvias de bendiciones.-

  3. Hermoso relato que me hizo conocer detalles de la fundación de este querido monasterio. Es de verdad un regalo de Dios! Allí estuve unos dias con mi esposo, disfrutando de su paz y cuidado. Un oasis de Amor!

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