El centro del domingo ("día del Señor") católico es la celebración de la Misa. El Catecismo nos enseña que:

"Para responder a esta invitación, debemos prepararnos para este momento tan grande y santo. S. Pablo exhorta a un examen de conciencia: "Quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Examínese, pues, cada cual, y coma entonces del pan y beba del cáliz. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo" ( 1Co_11:27-29). Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar. " (CIC1385)

El sacramento de la Reconciliación (o confesión como se le sigue diciendo popularmente) nos cuesta muchísimo. A todos. Como confesor una de las cosas que uno observa con frecuencia es la falta de preparación para su celebración. Casi siempre es a las apuradas, "porque lo vi sentado padre y aproveché". Esto está bien, pero sin olvidar una condición primera:

"Conviene preparar la recepción de este sacramento mediante un examen de conciencia hecho a la luz de la Palabra de Dios. Para esto, los textos más aptos a este respecto se encuentran en el Decálogo y en la catequesis moral de los evangelios y de las cartas de los apóstoles: Sermón de la montaña y enseñanzas apostólicas (Rm 12-15; 1 Co 12-13; Ga 5; Ef 4-6, etc.)." ( CIC1454)

No pocas veces me pasa que se acerca alguien a confesarse y, cuando le pregunto "¿qué pecados ha cometido?", me dice "ninguno, padre". No se imaginan el esfuerzo que tengo que hacer para no responderle con una mala palabra a quién (por lo menos) me está haciendo perder el tiempo. Me contengo y lo charlo un rato porque se que detrás de esa expresión hay una débil formación en su fe.

Por eso te ofrezco un interesante examen de conciencia. Es una guía para analizarse las faltas en relación a los diez mandamientos. Quién después de hacerlo dice que "no tiene pecado"... lo invito a tirar la primera piedra.

Primer mandamiento: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón con toda tu alma y con todas tus fuerzas”.

¿He pecado contra la fe poniendo en duda algunas de sus verdades? ¿He negado a Dios, a la Iglesia, a los santos o alguna otra verdad de nuestro Credo? ¿Rechacé a Dios o a la Iglesia delante de los demás?
¿Desesperé de mi salvación, o abuse de la confianza en Dios, pensando que no me abandonará o que me salvaré aún cuando lleve una vida de pecado o no me esfuerce en convertirme para alcanzar la santidad?
¿Murmure interiormente o manifesté mi rebeldía contra Dios cuando me sucedió algo malo o no recibí lo que esperaba?
¿Descuido la oración o rezo con descuido y pereza, olvidándome fácilmente de las cosas de Dios? ¿Trato de formarme cristianamente para conocerlo y amarlo más a Dios?
¿Practico la superstición a través de los horóscopos, el espiritismo, o distintos gestos que no son de la Iglesia? ¿Guardo el debido respeto y uso con devoción y fe de los objetos que manifiestan a Dios y a los santos como las estampitas, el santo Rosario, los Crucifijos y el agua bendita? ¿Participo de las reuniones que hacen las sectas?

Segundo mandamiento: “No tomar su nombre santo en vano”

¿He blasfemado? ¿Lo hice delante de otros? ¿Pronuncié
¿Hice algún voto, juramento o promesa a Dios que después no cumplí?
¿He jurado sin que fuese verdad el contenido del juramento? ¿Juré sin necesidad, sin prudencia o por cosas sin importancia?
¿Tomé a broma o utilicé para hacer chistes objetos sagrados o lo que se refiere a la religión?

Tercer mandamiento: “Santificar las fiestas”.

¿Asisto a la santa Misa los días domingos y las fiestas de precepto? ¿Llegué tarde o participé distraídamente?
¿Le impedí a los que dependen de mi, como por ejemplo a mis hijos, asistir a Misa porque no los acompañé o no los ayudé a poner los medios para que concurran a la celebración?
¿Trabajé sin necesidad o hice trabajar a otros un día domingo, impidiéndoles la concurrencia a la santa Misa o descansar, estar en familia y poder dedicarse a la oración?
¿Dedico el día domingo a mi familia, a Dios y al crecimiento espiritual por la ración y la lectura?
¿Guardo abstinencia o realizo alguna penitencia los días Viernes? ¿Se mortificarme o hacer penitencia por el bien de los demás y para el propio crecimiento espiritual de acuerdo a las indicaciones del confesor o del padre espiritual?
¿Me confieso con la frecuencia debida?
¿Participo en la Semana Santa de las celebraciones de la Muerte y Resurrección de Jesucristo?

Cuarto Mandamiento: “Honra a tu padre y a tu madre”

¿He desobedecido a mis padres? Tengo un criterio desordenado de independencia personal que me lleva a rechazar las indicaciones de mis padres sólo porque ellos me lo dicen? ¿Los entristezco con mis rebeldías y caprichos? ¿Los he insultado o les he deseado el mal?
¿He sido responsable ante mis padres o quienes me ayudan por el esfuerzo que hacen por mi educación o he perdido el tiempo y malgastado los recursos económicos que ponen a mi disposición? ¿He dejado de ayudar a mis padres, abuelos o familiares en sus situaciones de necesidad o ancianidad?
¿Soy egoísta en mi familia, peleándome con mis hermanos y familiares? ¿Estoy atento a los demás para ayudarlos? ¿Colaboro para que mi familia sea una buena familia, donde todos crecemos en la ayuda mutua y corrección fraterna? ¿He dado mal ejemplo?
¿Exasperé a mis hijos con mis palabras, ejemplos o reclamos arbitrarios e infundados? ¿Amenacé a mis hijos, los golpeé o amenacé de alguna manera?
¿Me ocupo de la educación de mis hijos? ¿Los educo en la fe con mi palabra y mi ejemplo? ¿Estoy atento a las necesidades de mis hijos, sé donde están y cuido de sus compañías, salidas y diversiones?

Quinto mandamiento: “No matarás”

¿Procuro evitar la enemistad, el odio o el rencor hacia los demás? ¿Dejé de hablar o saludar a alguien y me niego a la reconciliación o no hago nada para lograrla?
¿Me alegro del mal del otro o me entristezco de su bien? ¿Me dejo llevar por la ira, el fastidio o la rabia hacia los demás? ¿Me burlé, critiqué, murmuré de los otros?
¿Soy imprudente cuando conduzco, o no respeto las normas de tránsito?
He maltratado de palabra, o de obra a los demás? ¿Soy maleducado o grosero para tratar a ciertas personas? ¿He llegado a herir o a quitar la vida del prójimo?
¿He practicado o colaborado en un acto de aborto? ¿Recomendé a abortar sabiendo que es un pecado muy grave y que lleva consigo la pena de excomunión?
¿Cuido de mi salud y la de aquellos que están a mi cargo? ¿Cómo o bebo de modo excesivo poniendo en peligro cierto a mi salud? ¿He consumido drogas?
¿Escandalicé a otras personas con mis actitudes, con mis palabras o bromas, o por falta de pudor o invitándolos a espectáculos o lecturas que hacen daño?
¿He sido negligente al hacer mi trabajo o dejé de hacer aquello que debía, y que de alguna manera puede ocasionar un daño a la persona o a su misma muerte?

Sexto mandamiento: “No realizarás actos impuros”

¿Utilicé el don de Dios para comunicar el amor que constituye la sexualidad para la búsqueda egoísta del propio placer? ¿Me entretuve en pensamientos impuros, los deseé o entretuve la imaginación o mirada en ellos?
¿Es mi noviazgo serio y responsable como búsqueda de la maduración en el amor para formar una familia, o hay en ello una búsqueda egoísta de placer? ¿Soy fiel? ¿He tenido relaciones prematrimoniales o extramatrimoniales?
¿Busco conocer y crecer en las virtudes que me ayudan a vivir la castidad, la fidelidad y a respetar a las personas en su dimensión sexual?
¿He utilizado contraceptivos para evitar el embarazo? ¿He permitido una esterilización para no tener más hijos?

Séptimo mandamiento: “No robarás”

¿Robé dinero o algún objeto?¿Ayudé para que otros roben? ¿Han sido objetos de valor o una suma importante de dinero?
¿Me han prestado algo que no he devuelto? ¿Perjudiqué a otros con engaños o trampas en los contratos? ¿He cobrado más de lo debido? ¿Gasté más de lo que me es posible hacerlo?
¿He cumplido responsablemente con mi trabajo, ganando con justicia lo que se me pagó? ¿Retengo o retraso indebidamente el pago de jornales o sueldo? ¿Retribuyo con justicia el trabajo de los demás? ¿Cumplo con las leyes sociales? ¿Pago mis impuestos?
Teniendo a cargo tareas de gestión y servicios públicos, ¿acepté dinero para favorecer un trámite? ¿Hice favoritismos en la elección de personas? ¿He prestado mi apoyo o guardé silencio frente a delitos, inmoralidades, coimas y otros abusos en la función pública o en la acción política?
¿Gasté el dinero en cosas superfluas, como el juego, la bebida, o gustos personales, desatendiendo a mi familia y mis otras responsabilidades?
¿Dejo una limosna para sostener el culto de la Iglesia en la medida de mis posibilidades?

Octavo mandamiento: “No levantarás falso testimonio ni mentirás”.

¿Mentí? ¿Miento habitualmente en cosas sin importancia, para quedar bien o para solucionar situaciones?
¿Descubrí indebidamente defectos de otras personas? ¿Mentí acerca de defectos o presuntas acciones malas de otro para desacreditarlo? ¿He dejado de defender al prójimo cuando correspondía? ¿Hice juicios temerarios, murmuré o hablé mal de los demás?
¿He revelado secretos? ¿Dije aquello que me fue confiado en el ejercicio de mi profesión o trabajo? ¿Desvirtué la información para provecho personal o por otros intereses? ¿Reparé el daño que se siguió a mis revelaciones? ¿Escuché conversaciones ajenas?
¿Puse en práctica la corrección fraterna aún cuando me era difícil?

Noveno mandamiento: “No desearás la mujer de tu prójimo”

¿Puse mi mirada o deseo en otra persona? ¿No fui fiel aún interiormente a la alianza celebrada con mi mujer o mi esposo? ¿Tengo amistades que son ocasión habitual de pecado? ¿No pongo remedio a situaciones o compañías que son causa de pecado? ¿Busco provocar con falta de pudor a otras personas? ¿Tengo actitudes de seducción?

Décimo mandamiento: “No codiciarás los bienes ajenos”

¿Busco enriquecerme indebidamente? ¿Me da envidia lo que otros poseen? ¿Trato de perjudicar a los demás en sus cosas? ¿Quisiera tener lo que el otro tiene, sin aceptar lo que poseo para mi bien y el de mi familia? ¿Tengo un espíritu de lucro desordenado? ¿Pretendo adquirir bienes o dinero inmediatamente, aún recurriendo a medios ilícitos o inmorales?

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