Participando del Congreso Eucarístico Regional, me llamó atención esto que registré en esta foto:
En una parte del encuentro el animador comenzó a hablar sobre los celulares. La mayoría de los presentes sacaron uno. Así que los animó a enviar uno o unos mensajes a alguno/s de sus contactos contándoles lo que estaban viviendo en ese momento.
Lo que ven en la foto no es un joven aburrido y, por eso, distraído. Está mandando un mensaje de texto. Lo mismo que los que están a su alrededor y todos los que vemos con la cabeza baja. Fueron unos cuatro o cinco minutos de gracia que fue mas allá del Parque Urquiza. Interesante, ¿no?
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