El reiki, una práctica de origen japonés que promete sanación mediante la imposición de manos y la canalización de energía universal. Ganó popularidad en muchas partes del mundo y ya está presente en nuestra cultura.

Debemos saber de que se trata. Es que el reiki presenta una serie de problemáticas frente a las cuales los católicos debemos ser muy cautelosos y rechazar esta práctica.

Es fundamental entender las diferencias entre nuestra visión cristiana de la sanación y las ideas que promueve el reiki. Así comprenderemos por qué la Iglesia se opone a esta práctica.

Origen del reiki y su filosofía

Algo de historia. El reiki fue desarrollado a principios del siglo XX por Mikao Usui en Japón. Se basa en la creencia de que existe una energía vital universal que puede ser canalizada a través del practicante. Así promueve la sanación física, mental y espiritual.

El fundador concibe la enfermedad como la consecuencia de trastornos o desequilibrios de la energía vital (Ki) de la persona. La energía vital (llamada Chi en China, Prana en India o Ki en Japón) es la energía universal (Rei) transformada a nuestra propia vibración.

Para armonizar estos trastornos el practicante de reiki pone sus manos en determinadas posiciones sobre el cuerpo del enfermo. Así facilita el flujo de la energía universal (Rei) del practicante al paciente. De acuerdo al problema a tratar se utiliza una de las tantas posiciones de manos que existen.

Es una técnica holística ya que actuaría sobre todos los planos del ser humano, físico, mental, emocional y espiritual.

Los practicantes de reiki sostienen que mediante la imposición de manos, se transmite esta energía para equilibrar los centros energéticos del cuerpo y facilitar la curación.

Sin embargo, estas ideas carecen de soporte científico y se fundamentan en conceptos espirituales que difieren de la doctrina cristiana.

Imposición de manos reiki

Es un método NO-científico

Para que te quede claro: las técnicas del reiki no tiene nada de natural que científicamente pueda ser comprobado (como ocurre con la medicina). Es una “sanación” (si es que ocurre de veras) de “otro tipo”.

Para fundamentar esto, te comparto un informe del padre Gareth Leyshon. Este sacerdote es Doctor en Física. Así que habla con autoridad sobre estos dos campos: el espiritual y el científico. Su informe, en inglés, lo podés descargar en este link. Lo que sigue es textual de dicho escrito:

“Los practicantes de Reiki creen que están invocando una energía espiritual, el ki, que tiene propiedades curativas. Incluso si el ki existe como un fenómeno natural, que aún no ha sido explicado por la ciencia, los practicantes intentan manipular el ki con la creencia de que es espiritual.

La Iglesia Católica no rechaza nada "verdadero y santo" de otras religiones. La verdad sobre el Reiki, sin embargo, en el sentido de si funciona o no, exigiría un ensayo clínico para demostrar su eficacia.

La "santidad" del Reiki depende de si se puede demostrar o no que honra e invoca al Dios Trino excluyendo todos los demás poderes espirituales. Puesto que esto no se puede demostrar, el ejercicio del Reiki constituye un pecado de "tentar a Dios" y es profano.

La práctica del Reiki, por lo tanto, constituye una manipulación prohibida de los poderes espirituales. Esto hace que tanto el practicante como el cliente sean vulnerables al ataque de los espíritus malignos.”

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Contradicciones entre el reiki y la fe cristiana

El reiki, en su base, promueve la idea de una energía universal que puede ser transferida y manipulada por el practicante. Este concepto implica aceptar una fuerza o energía que no es Dios. Esto se puede interpretar como una forma de idolatría o adicción a poderes externos a Dios.

Además, el reiki no reconoce la existencia del pecado, la gracia o la redención, conceptos fundamentales en la doctrina cristiana.

Al promover la idea de que la sanación puede lograrse mediante energías que no provienen de Dios, el reiki puede alejar a las personas de su fe y de la confianza en la misericordia divina.

La práctica también puede generar una dependencia en las energías y en el practicante en lugar de fomentar una relación personal con Dios y una verdadera fe en Su poder sanador.

reiki piedras

La postura de la Iglesia Católica

Hace ya algunos años (2009) los Obispos de Estados Unidos estudiaron este tema para dar una respuesta a los creyentes. Elaboraron un documento para darnos luz en varios aspectos (lo puedes descargar desde este link).

"La terapia reiki no encuentra apoyo ni en los hallazgos de la ciencia natural ni en la doctrina cristiana. Para un católico, creer en la terapia reiki plantea problemas irresolubles.

En términos del cuidado de la salud física, propia o la de los demás, emplear una técnica que no tiene apoyo científico (ni siquiera plausibilidad) por lo general no es prudente.

En términos del cuidado de la salud espiritual personal, existen importantes peligros. Para usar el reiki, uno tendría que aceptar, al menos de forma implícita, conceptos claves de la cosmovisión que subyacen a la teoría reiki. Son elementos que no pertenecen ni a la fe cristiana ni a la ciencia natural.

Sin justificación ni en la fe cristiana ni en la ciencia natural, un católico que pone su confianza en el reiki estaría actuando en la esfera de la superstición, tierra de nadie que no es la fe ni la ciencia.

La superstición corrompe la adoración personal de Dios, ya que conduce el sentimiento religioso personal y la práctica hacia una dirección equivocada.

Dado que a veces la gente cae en la superstición por ignorancia, es responsabilidad de todos los que enseñan en el nombre de la Iglesia eliminar tal ignorancia en la medida de lo posible.

Dado que la terapia reiki no es compatible ni con la doctrina cristiana ni con la evidencia científica, no sería apropiado para las instituciones católicas (como aquellas encargadas del cuidado de salud o los centros de retiro) o para las personas que representan a la Iglesia (como los capellanes católicos) promover o prestar apoyo a la terapia reiki."

Por qué los católicos deben rechazar el reiki

El rechazo del reiki por parte de los católicos no es solo una cuestión de desacuerdo doctrinal. También es una medida para proteger la pureza de la fe y evitar la confusión espiritual.

Participar en prácticas que promueven energías universales puede disminuir la confianza en Dios como la fuente de toda sanación. Además, puede abrir la puerta a otras prácticas esotéricas o espirituales que no están en línea con la enseñanza cristiana.

Asimismo, el reiki puede ser utilizado como una forma de sincretismo religioso, mezclando conceptos cristianos con ideas de otras tradiciones espirituales. Esto puede ser peligroso para la integridad de la fe católica.

La Iglesia llama a los fieles a mantenerse firmes en la enseñanza de Cristo y a confiar en las vías que Dios ha establecido para la sanación y la gracia.

reiki manos

La importancia de la oración y los sacramentos

En lugar de buscar energías externas o prácticas no cristianas, la Iglesia invita a los católicos a recurrir a la oración, a la meditación de la Palabra de Dios, y a los sacramentos. Son los medios legítimos y efectivos de sanación y fortalecimiento espiritual.

La oración, en particular, es una herramienta poderosa que conecta al creyente con Dios y puede traer consuelo, paz y sanación en momentos de dificultad.

Los sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Unción de los enfermos, son fuentes de gracia divina que fortalecen el espíritu y el cuerpo en tiempos de enfermedad y dolor.

La fe en Dios y en Su misericordia es la base de toda sanación auténtica, y no hay energía universal ni técnica espiritual que pueda sustituir el poder divino.

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La enseñanza de quién regresó del reiki

Te puede quedar la impresión de que todo esto es una toma de postura meramente clerical. Por eso dejo para el final este video testimonio. El que habla es Juan Sánchez. Era “naturólogo”. Le interesaba cualquier técnica que ayudara a sus clientes.

Descubrió el reiki, sin conocer su naturaleza esotérica y oscura, y quedó maravillado por los "resultados". Se hizo maestro de reiki e inició a más de 1.500 personas durante casi 16 años.

Esto hizo que su fe católica se resintiera totalmente, rehuyendo de los consejos de la Iglesia. Su proceso de vuelta le llevaron a una fe más fuerte y ahora ayuda a muchos sobre los peligros de estas prácticas.

Al final de cuentas

Lo hasta aquí aportado bastaría para saber que el reiki no es una inocente cuestión de imposición de manos, acompañada o no por piedritas de colores. Es algo mucho más profundo: pone en contradicho la fe cristiana y la fe de quién lo practica.

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