Hace un tiempo, en sus homilías de las Misas de Santa Marta, el papa Francisco habló sobre varias cosas interesantes... entre las cuales citaba al yoga y al zen. Cuando en algún momento dije que había que "con el yoga hay que optar entre un gurú o Jesús" algunos se me enojaron. Por eso creo que es bueno ver que dijo Francisco al respecto.
De sus homilías no tenemos el texto completo. La reseña la pueden leer completa en el sitio web de la radio vaticana. Vamos a comentarla citando sus palabras.
La dureza de corazón
Es el gran problema de todos los hombre en todos los tiempos. Frente a los problemas y las situaciones dolorosas tendemos a encerrarnos en nosotros mismos:
"Hacer un mundo en sí mismo, cerrado. En sí mismo, en su comunidad o en su parroquia, pero siempre cerrazón. Y la cerrazón puede girar en torno a tantas cosas: pensemos en el orgullo, en la suficiencia, pensar que yo soy mejor que los demás, también en la vanidad, ¿no? Existen el hombre y la mujer espejo, que están encerrados en sí mismos para verse a sí mismo continuamente, ¿no? Estos narcisistas religiosos, ¿no? Tienen el corazón duro, porque están cerrados, no están abiertos. Y tratan de defenderse con estos muros que crean a su alrededor."
Eso nos quita la libertad y nos impide encontrarnos con el otro, es decir, amar.
"El corazón, cuando se endurece, no es libre y si no es libre es porque no ama: así terminaba el Apóstol Juan en la primera Lectura. El amor perfecto disipa el temor: en el amor no hay temor, porque el temor supone un castigo y quien teme no es perfecto en el amor. No es libre. Siempre tiene temor de que suceda algo doloroso, triste. Que me vaya mal en la vida o que ponga en peligro mi salvación eterna… Tantas imaginaciones porque no ama. Quien no ama no es libre. Y su corazón estaba endurecido, porque aún no habían aprendido a amar."
El camino de liberación
Francisco nos propone el único camino que Dios nos ha revelado como eficaz para alcanzar la libertad interior que nos brinda plenitud de vida:
“Tú puedes hacer mil cursos de catequesis, mil cursos de espiritualidad, mil cursos de yoga, zen y todas estas cosas. Pero todo esto jamás será capaz de darte la libertad de hijo. Es sólo el Espíritu Santo quien mueve tu corazón para decir ‘Padre’. Sólo el Espíritu Santo es capaz de disipar, de romper esta dureza del corazón y hacer un corazón… ¿blando?… No sé, no me gusta la palabra… “Dócil”. Dócil al Señor. Dócil a la libertad del amor”.
Notemos que el Papa se refiere a que todo lo que nosotros hagamos es limitado y no nos conduce a la libertad. Los "mil cursos", ya sean de yoga y zen como de catequesis o espiritualidad, son simplemente obras humanas en las cuales se pone a trabajar todo lo que yo soy... todo lo pequeño y limitado que yo soy. Y la libertad verdadera y plena nos puede venir sólo de quien es Grande e Ilimitado: el Espíritu Santo.
¿Lo vemos así?
Me guataria tanto que se hable mas sobre eatas cosas. Muchos catolicos creen en el yoga y en el reiki y terminan abatidos. Confundidos y frustrados, .
Son las tres de la mañana, desvelado entré a mi correo electrónico y me encuentro con su regreso, Padre Fabián. No lo conozco personalmente, si a través de sus escritos, que cada vez leo con más interés y gusto. Hace poco una amiga me preguntó por qué la Pascua Cristiana es movible? Quedé en contestarle pero aún no encuentro en cuánto material religioso tengo en casa, la respuesta. Tengo una idea aproximada, pero quiero darle una respuesta veraz. Por ello, recurro a Usted. Puede explicarme sobre el particular? Desde ya, muchas gracias. Uno de estos días me corro hasta la Parroquia para conocerlo. Un abrazo. Dios lo bendiga. Juan Walter
Algo muy comentado en los medios electrónicos es acerca de las riquezas del Vaticano, algunos pierden la fe por tal motivo. Creo que debía haber mayores referencias concretas aclaratorias al respecto en todos los medios electrónicos católicos. Agradezco la aclaración. Dios lo bendiga.
Es una reflexión, o mejor dicho, una extensión sobre una reflexión, muy rica. Es puntual y concreta, no da vueltas y busca argumentar con lo pequeño y limitado que somos. Va a lo esencial. Al final termina siendo una cuestión de FE, y muchas veces somos tentados a argumentar con lo mundano lo que no lo es. Gracias