El Padre Raúl Molaro partió a la Casa del Padre. Luego de muchos amagues (de los cuales salía ileso y no nos explicábamos cómo…) esta vez el Señor lo convocó de manera definitiva a su morada eterna. Compartimos tres años cuando yo era Párroco de la Milagrosa y él residente allí. En ese tiempo lo conocí más de cerca y aprendí a quererlo, mucho.

Padre Raúl Molaro

Quisiera decir dos palabras acerca de él. En primer lugar, era una persona que tenía un corazón de oro. Tierno, compasivo, queriendo hacer el bien. Muchas veces su carácter no lo acompañaba. Pero cuando se daba cuenta de que se había extralimitado en alguna palabra o gesto pedía perdón y tendía nuevamente puentes. Fui testigo del dolor que le causaba su temperamento. El siempre estaba interesado por los demás y trataba de ayudar en todo: en silencio y preocupado por el otro.

Pero, sobre todo, quisiera destacar lo que más me impactó: su corazón profundamente sacerdotal. Un hombre de oración personal que estaba inquieto por el bien de todas las almas. Un sacerdote siempre dispuesto a evangelizar con creatividad a lo largo de toda su vida. Y, cuando se “retiró” de la vida activa en una parroquia no lo hizo de las actividades sacerdotales. Siempre tenía en su agenda algo que hacer: confesiones, visitas a enfermos, ayudar a otros sacerdotes en sus tareas pastorales. Y sobre todo, la intercesión desde la oración.

Una oración que nos acompañó hasta último momento. Así nos comentaba el padre Sergio Hayy:

“hace un rato pase por terapia de la Modelo y le di unción y transmití al Padre Raúl, toda nuestra oración por él, a lo que agradeció haciendo una señal con su mano que el reza por nosotros.”

 

La vocación del padre Raúl Molaro

Este video nos da su testimonio de llamado.




No es necesario agregar nada más. Allí todo lo define.

 

La vida pastoral del padre Raúl Molaro

Un simple repaso de fechas que son como jalones generales de su actividad apostólica.

Fue ordenado como Presbítero, en la Catedral de Paraná, el 18 de Diciembre de 1960 por Mons. Zenobio Guilland.

Comenzó sus actividades pastorales como Vicario parroquial en Nuestra Señora de la Merced de Hernandarias (08/01/61 al 08/01/62). Trasladado a Santa Rosa de Lima de Villaguay, donde permaneció hasta el 14 de septiembre de 1962. Su tercer destino fue en Nuestra Señora de la Paz, en La Paz, hasta el 08 de enero de 1967. Vuelve a su ciudad natal (Paraná) donde es vicario parroquial de Catedral (01/67 al 01/69) y del Sagrado Corazón de Jesús (01/69 al 14/10/73).

Desde Septiembre de 1967 a enero de 1974 fue Capellán de la Unidad Penal Nº 1 (Cárcel de Paraná). En esos tiempos también fue parte de los inicios del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. El me contaba que no era por "cuestiones revolucionarias" sino por un solo motivo: poner en práctica la Doctrina Social de la Iglesia. Esto le trajo como consecuencia que fuera “vigilado” por los servicios de inteligencia. El se dio cuenta de que lo seguían varias veces. Alguien lo advirtió sobre la situación. Entonces lo solucionó a lo Molaro: encaró directamente a las autoridades y les dijo que si tenían alguna duda sobre él que se la preguntaran y dejen de seguirlo. Dejaron de seguirlo y luego dejó sus actividades como Capellán.

Estuvo como asesor diocesano del Consejo de jóvenes de la Acción Católica, desde enero de 1967 a fines de 1970. Fue Capellán de la Escuela Alberdi (Oro Verde) desde 1974 a 1984. Capellán del Colegio “La Salle” (Paraná) desde 1976 a 1984. Asesor de la Junta Arquidiocesana de Catequesis y Director Espiritual segundo de Cursillos de Cristiandad. También fue miembro del Consejo Presbiteral, como Vicario, en representación de ellos, al comienzo del Consejo, en tiempos de Mons. Tortolo (1969) y en varias oportunidades siendo ya Párroco, como delegado de los Decanatos Nogoyá y Villaguay.

Un dato para la "polémica clerical". El afirmaba ser el fundador del Movimiento de Encuentros de Juventudes Cristianas De Posta. El Padre Gabriel Batello dice que él fue el fundador y el padre Raúl simplemente el asesor del primer Encuentro en 1967...

Su primer destino como Cura Párroco fue en Santa Lucía (Paraná). Desde el 14 de Octubre de 1973 al 4 de mayo de 1984. En ese lugar son velados sus restos mortales antes de la cristiana sepultura.

Desde el 4 de Mayo de 1984 al 27 de Diciembre de 1993 fue Párroco de la Basílica Nuestra Señora del Carmen (Nogoyá).

Se toma un “tiempo sabático” en Roma. Allí cursa algunas materias libres de Teología y Pastoral en la Universidad San Juan de Letrán. Esto es desde enero de 1994 al 30 de Junio del mismo año.

Al regresar asume en la Parroquia María Auxiliadora de María Grande como administrador parroquial (30/07/94). Desde marzo de 1995 a Marzo de 1996 es Párroco “in solidum” (Canon 517) con el P. Luis Kaúl. Desde el 23 de Marzo de 1996 hasta el 20 de febrero de 2004 es designado como párroco de la Inmaculada Concepción de Villaguay. Regresa a la Parroquia María Auxiliadora donde ejerce como párroco hasta el 28 de febrero de 2009. Renuncia por razones de salud y reside seis años en la parroquia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa de Paraná. Sus últimos años los pasa en la Casa de Sacerdotes de la Arquidiócesis.

 

Un dato fundamental para comprender su sacerdocio fiel

Algo mucho más que una fecha: un acontecimiento que lo identificaba profundamente. El 3 de Agosto de 1986 firma el “Contrato Definitivo”. Este acto, realizado en Monte Moriah (Schoenstatt, Alemania), lo transforma en miembro del Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt.

Un amor tierno y profundo a la Virgen y una comunidad de sacerdotes con los cuales compartía muchas actividades. Uno fue testigo como volvía radiante de esos encuentros con sus hermanos de movimiento.

Su biblioteca estaba llena de libros sobre el movimiento y del Padre Kentenich. Y no estaban llenos de polvo: era muy frecuente verlo leer, subrayar meditarlos.

Padre Raúl Molaro Schoensttat

Estoy seguro que la Virgen le abrió las puertas del Cielo al padre Raúl Molaro. Desde allá no nos va a enviar semanalmente por email los subsidios para que preparemos las homilías. Pero seguro que va a estar intercediendo constantemente por nosotros.

 

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1 COMENTARIO

  1. Padre Fabián:

    Muy lindo el artículo sobre el Padre Raúl Molaro. Muchas gracias.

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