En estos días, en muchas mesas de entradas de municipalidades, los curas párrocos dieron ingreso formal a un pedido de habilitación de la Misas con participación física del Pueblo de Dios.
La intención fue clara y concreta: "solicitar vivamente la autorización para poder celebrar la Santa Misa y los demás actos de culto de nuestra religión con la presencia de la feligresía en nuestros templos, con la observancia de los cuidados necesarios, ante la presencia del COVID-19, y de acuerdo a las directivas nacionales y provinciales."
La génesis de la presentación
Los sacerdotes han llevado adelante esta acción por el pedido de muchos laicos que desean volver a encontrarse como comunidad para alabar a Dios. Y a este pedido le dan un fundamento un derecho constitucional: la libertad para profesar públicamente su religión.
Por eso afirman que “es reiteradamente urgida por los mismos fieles, quienes ven con cierta perplejidad la habilitación de otras actividades recreativas y culturales, mientras que ellos aún no pueden ejercer el derecho constitucional de reunirse para realizar en comunidad –y no sólo de modo privado– los actos de su religión.”
Así le dan curso a este clamor haciéndolo llegar a quienes están más cerca del pueblo en sus cotidianeidades y problemas concretos: los intendentes. Lo hacen con una certeza: “confío en que sabrá tener en cuenta lo razonable, justo y urgente de este pedido, que es el de un gran número de habitantes de nuestra querida localidad. Le pido que pueda manifestar este pedido al Sr. Gobernador con esa misma urgencia y diligencia. Los fieles así me lo piden.”
Esta presentación fue acompañada de un largo protocolo, de 7 páginas, en la cual se prevén las precauciones necesarias para celebrar las Misas y demás sacramentos. El mismo fue preparado, con asesoramiento profesional, por la Delegación Arquidiocesana para la Liturgia. Si les interesa el contenido, lo pueden leer desde este link.
¿Necesidad de salud integral o capricho de los curas?
Esta es la pregunta que muchos no creyentes suelen hacer cuando se plantea que es imprescindible a volver a abrir los espacios para que los entrerrianos puedan rezar juntos, en comunidad. Y los sacerdotes les recuerdan a los intendentes que no es un capricho.
“Por mi parte, tengo la seguridad –que procede de nuestra Fe católica y del contacto directo con los fieles– de que el retorno cuidadoso y progresivo de las celebraciones en nuestros templos, será fuente de consuelo, fortaleza y esperanza para un gran número de creyentes en este tiempo complejo que nos toca afrontar. En este sentido, en base a mi experiencia, estoy convencido de que celebrar nuestra Fe comunitariamente y sin poner en riesgo la salud física de nuestra gente, redundará indudablemente en su salud integral: psicoafectiva, vincular y espiritual.”
Recordemos que uno de los efectos no deseados de esta pandemia (del cual no se habla mucho) son los derivados del encierro y la soledad. Rezar juntos ayuda en lo espiritual… y también en lo humano. Y queremos un pueblo feliz ¿no?
Municipalidades dónde se hizo el pedido
Antes que nada, es bueno recordar que las Misas ya están autorizadas en la ciudad de Viale, la primera de la provincia de Entre Ríos en escuchar este clamor del Pueblo de Dios.
Esta es la lista de los municipios que recibieron el pedido para la celebración de la Misa con participación física de los fieles:
- Paraná
- Santa Elena
- Oro Verde
- Lucas González
- Hernandarias
- Bovril
- Villa Urquiza
- Santa Elena
- Crespo
- Feliciano
- Villa Clara
- María Grande
- Cerrito
- Colonia Avellaneda
- La Paz
¿Cuando volveremos a tener Misas con participación física de fieles? A la respuesta de los intendentes está la cuestión ahora.