Comienza octubre, mes de recordar a la Patrona, a la fundadora de esta ciudad de Paraná. Hemos recordado en varios artículos diferentes historias relacionadas con ella, con la parroquia, sus sacerdotes, el rosario robado. Y en este recuento de hechos, muchas veces he nombrado esta consagración muy de paso. Era hora de averiguar más sobre el tema.
El Papa de dogmas y fiestas marianas
Pio XII, conocido como el "Papa del Inmaculado Corazón", el 31 de octubre de 1942, consagró el mundo y diez años más tarde a Rusia al Inmaculado Corazón de María.
Instituyo la fiesta de María Reina, de la que estaba convencido que grandes gracias vendrían a la Iglesia y al mundo. Realizo la proclamación dogmática de la Asunción de la Virgen, que no solo es un gran acto de honor hacia Ella, sino también un medio óptimo para obtener de Dios grandes gracias para la humanidad entera: paz, libertad para la Iglesia afligida por grandes persecuciones y la salvación del peligro amenazador de nuevos conflictos.
Este acto tiene un paralelismo con la consagración de León XIII al Sagrado Corazón. Al final del acto de consagración, Pío XII hace referencia a que esta consagración a María es el medio para el triunfo del reinado del Sagrado Corazón de Jesús.
El 4 de mayo de 1944, aprobó la Misa y Oficio del Inmaculado Corazón de María, pedida por Sor Lucía, vidente de Fátima, el 12 de diciembre de 1940 en una carta, por petición de los obispos de Portugal.
Consagrar una familia, una comunidad, un país, es algo trascendente, de mucha importancia, porque se trata de una entrega especial a Dios. Esto se ha hecho en numerosas naciones católicas, siempre como ofrenda al Señor o a la Virgen Santísima.
La consagración de la Argentina
En la Argentina tuvimos varias, la primera a Jesús en el Santísimo Sacramento, realizada por el Presidente Agustín P. Justo en el memorable Congreso Eucarístico Internacional de 1934.
La segunda fue al Sacratísimo Corazón de Jesús, en 1945, siguiendo el ejemplo del Papa León XIII que había consagrado el mundo a Él.
La tercera al Inmaculado Corazón de María, según el pedido que nos llegara desde el Cielo en Fátima: “Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Corazón Inmaculado”. Esa Consagración fue reiterada en 1969 y en el Jubileo del 2000. Y por fin, Juan Pablo II consagró la Argentina a la Virgen de Luján, en su visita de 1987.
Lamentablemente, estos hechos no se recuerdan, muchos de nosotros, ni siquiera los conocen, porque no se habla de ellos.
En cuanto a la primera, hecha al Señor Sacramentado, durante el Congreso Eucarístico del 34. Realizada en Palermo, ante el Señor expuesto en el altar de la Cruz Monumental del Congreso Eucarístico, el 14 de octubre de 1934.
Fue el Presidente Agustín P. Justo, quien, en el momento culminante del memorable Congreso Eucarístico Internacional de 1934, ante el Legado Papal, Cardenales, todos los obispos argentinos y visitantes, y una multitud de dos millones de personas, en Palermo, convertido en esa ocasión en un gran templo hacia el que se dirigieron las oraciones de toda la Iglesia, nos consagró al Señor Sacramentado con palabras que trasuntaban humidad y fervor.
El 28 de octubre de 1945, fue la Consagración de la Argentina al Sacratísimo Corazón de Jesús. Realizada en Buenos Aires, ante el altar levantado en las escalinatas del Congreso Nacional, acto que fue acompañado desde todo el país.
El 12 de octubre de 1947, fue la Consagración de la Argentina al Inmaculado Corazón de María. La misma se realizó en Lujan en la culminación de primer Congreso Mariano Nacional.
La consagración a María en la Arquidiócesis de Paraná
Mientras el mundo y la Argentina, se consagraban, nuestra iglesia de Paraná, también tuvo su consagración al Inmaculado Corazón.
El 1 de octubre de 1944 Mons. Guilland consagraba la arquidiócesis y la Provincia de Entre Ríos al Inmaculado Corazón de nuestra Señora del Rosario.
En un año donde se pedía rezar por el Papa Pio XII y por el fin de la guerra, Monseñor Zenobio Guilland, primer Arzobispo de la Arquidiócesis de Paraná quiso rendir este homenaje, esta entrega de amor y veneración a la Patrona.
El 25 de agosto de 1944 creaba la comisión de preparación de esta consagración. Por carta pastoral, invitaba al Cabildo Eclesiástico, al Clero Diocesano, al clero Regular, a las Comunidades de religiosas, a la Acción Católica y a los fieles todos para el 1 de octubre de ese año:
“En ese día celebraremos la festividad de nuestra Señora del Rosario, Fundadora de esta ciudad de Paraná y patrona de la primera parroquia de Entre ríos,- hoy nuestra Iglesia Catedral- y además patrona de toda la provincia de Entre Ríos, ya que en aquella lejana época de 1730, no existía otra parroquia en esta provincia.”
“Siendo esta imagen una de las primeras advocaciones de la Virgen que fue conocida, amada y venerada por nuestro pueblo, hemos creído ser un deber de gratitud y reconocimiento, consagrar en forma solemne a su corazón de Madre, esta, nuestra Arquidiócesis con su clero diocesano y regular, sus comunidades religiosas y fieles todos que dependen de nuestra jurisdicción arzobispal.” Continúa informando sobre la consagración, que será publicada en el Boletín.
El 22 de septiembre convoco al clero, comunidades y fieles a la celebración del 132 aniversario de la Batalla de Tucumán y día de Nuestra Señora de las Mercedes para la colocación de la banda y faja de Generala del Ejército a la imagen que de ella se custodia en la Catedral.
“Nadie debe faltar, la cita es de honor” refiere el texto, como también lo será el 1 de octubre cuando Consagraremos la Arquidiócesis al Inmaculado Corazón de María, bajo su advocación del Santísimo Rosario, Fundadora y patrona de la primera parroquia de Entre Ríos.
Como parte de los festejos el Doctor Cesar Pérez Colman, dio la conferencia sobre el tema el día 30 de septiembre en el teatro 3 de febrero. La misma fue publicada en formato de folleto y allí se detalla la historia de la Virgen, sus milagros, los primeros sacerdotes de la parroquia, grandes momentos de esta rica que historia que todos conocemos.
Cómo se hizo la ceremonia de consagración en Paraná
Llegado el día de la fiesta, a las 15,30 horas, según el programa previsto, el 3° Comando de Exploración haría la guardia de honor de cuatro soldados conscriptos, apostados con carabina y bayoneta a los cuatro costados del altar que se levantó en la explanada de la escalinata de Catedral.
A las 18,30, otro grupo de soldados del batallón de Comunicaciones, estará en San Miguel, esquina de México y Buenos Aires, para escoltar el Santísimo Sacramento hasta la Catedral. La procesión tomaba calle Buenos Aires, Laprida y Monte Caseros.
La banda de Música del 3° Batallón de Comunicaciones encabezaba la procesión del Santísimo, esperando en Calle Laprida y Buenos Aires. Según consta en un documento del Orden del Ejército de fecha 26 de septiembre.
La procesión se iniciaba a las 18,30, al llegar al lugar las autoridades ocuparían los lugares de los palcos a los dos lados del altar.
Finalizada la ceremonia, concluiría con el Himno Nacional, ejecutado por la banda del ejército y coreado por el pueblo. Fueron embanderadas las plazas 1ro de Mayo y la de la iglesia San Miguel para ese día.
Ecos arquidiocesanos de la consagración a María
Esta consagración fue hecha en todas las parroquias del interior como Victoria y Nogoyá, de la que encontramos los programas en días posteriores.
No especifica si se ha hecho novena en Paraná, si en los programas de las parroquias del interior.
El 8 de diciembre de 1973 el arzobispo Mons. Adolfo Tortolo hace la Coronación de la Virgen del Rosario. Después de un tiempo de preparación de la fiesta se hace esta coronación. Están presentes el Gobernador de la Prov. Enrique Cresto, el Cardenal Arzobispo de Buenos Aires Antonio Caggiano, Arzobispo de Santa Fe Zaspe, de Gualeguaychú, Boxler, de Concordia Mons. Rosch y otros.
Años después se hará la dedicación del templo el 19 de octubre de 1980 en el 250 Aniversario de la creación de la Parroquia
El 25 de diciembre de 2000 Mons. Karlic junto al pueblo ratifica la Consagración de la ciudad a Nuestra Señora del Rosario y reconoce la maternidad de la Virgen del Rosario sobre toda la arquidiócesis.
Mons. Guilland, pedía en estos documentos previos que cada primero de octubre se recuerde esta consagración y afirmaba que después de esto solo faltaba la coronación, concretada por su sucesor, Mons. Tortolo.
Sentí que debía escribir sobre este tema, poco conocido y que sigue reconociendo la maternidad de la Virgen sobre este suelo.