El ser humano progresa por la calidad de relaciones sus interpersonales. Creados para la comunión con los otros no podemos vivir aislados.
El misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. El Hijo de Dios con su encarnación se ha unido con todo hombre.
Ateísmo es decir que NO a la existencia o a la relación del hombre con el “Ser Supremo”. En la época conciliar se construían sistemas desde esta postura.
El máximo enigma de la vida humana es la muerte. El máximo tormento es el temor por la desaparición perpetua. Una ESPERANZA de vida.
Tres palabras que hoy sirven para justificar cualquier cosa. Sin embargo son tres tesoros regalados para que obremos como humanos el bien.
En la unidad de cuerpo y alma, el hombre, por su misma condición corporal, es una síntesis del universo material.
NO es una burbuja que se autoabastece para sobrevivir aislado. Nuestra identidad más profunda viene de nuestro ser en relación con lo demás.
El proceso de iluminación nos ayuda a ver que no todo lo que percibimos como valioso es valioso en sí. Miramos desde la acción del Espíritu Santo.
La GS habla de un cambio de epoca, desequilibrios que nacen de esta evolución y las preguntas de siempre que se hace el corazón humano.
Contemplar soluciona un problema. Pensar que cualquier VER es igual es una ingenuidad frente a los contenidos previos que tiene la mirada humana