Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Flp 4,13)
La demanda es mucha ¿y la oferta?
El otro día me cruzaba con una noticia en internet. Se cumplía el primer aniversario del estreno de la película “Los Vengadores: End Game”; y hacían un repaso de lo que el film había obtenido. En primer lugar, debo decir que no me sorprendí al ver los abominables números de ventas y taquillas que había obtenido, era más que merecido. En segundo lugar, debo reconocer que me abrió un interrogante que acá lo comparto con ustedes y que me gustaría que me ayuden a pensar: ¿por qué será que es tanto el éxito alcanzado por los relatos de superhéroes?
Para quienes no conozcan de qué trata, la saga de películas de “Los Vengadores” reúne a las máximas figuras del Universo Marvel en distintas aventuras heroicas en torno a un fin común: la protección de los mundos. El Capitán América es el legendario héroe que sobrevivió congelado unos setenta años luego de sacrificarse en la lucha por su patria. Iron-Man (Tony Strak) es el genio y multimillonario que anhela proteger al mundo con su tecnología. Hulk es el héroe que teme ser villano por no poder controlarse una vez que se transforma accidentalmente en un monstruo enorme y verde. Black Widow era una joven reclutada por la URSS que decide dejar de trabajar para ellos –e incluso enfrentarlos- una vez que notó el mal que hacía en sus misiones.
Volvamos al tema. Lógicamente, apareció una hipótesis junto con el interrogante. Toda sociedad, toda cultura, necesita de sus figuras heroicas. Los mitos que conforman la identidad cultural están sustentados en la aventura de algún héroe o heroína que los ha llevado adelante. Del mismo modo pasa con los mitos que subyacen en nuestras vidas íntimas, están animados por alguna figura heroica a la cual queremos apuntar.
Fue entonces que me encontré con un video que había visto hace años. Se llama “Héroes que nos inspiran” y es una publicidad de cara al Mundial de Futbol de 2014. Aquí les anexo el link:
Este video siempre me despertó algo, un “no se qué”, que me hacía querer salir a conquistar el mundo. Al volver a verlo comprendí el sentido de su título: los héroes o heroínas inspiran, motivan.
Y acá volvemos al primer interrogante, ¿por qué el éxito de las superheroínas y los superhéroes? Junto con esto, una primer hipótesis: porque estas figuras nos inspiran.
Esto se explica, tal vez, en los tiempos que corren. Tiempos que no otorgan sentido, que no dan significado a las vidas, que proponen analgésicos a la sed del alma y no alientan a encontrar el manantial.
“Sean santos como mi padre y yo somos santos” (Mt 5,48)
Y entonces, ¿qué podemos hacer?
A los días pensaba, ¿cómo se entreteje esto en la vida de los cristianos? ¿Cómo el/la joven que decide emprender un camino de seguimiento a Cristo puede verse implicada en la búsqueda de una figura heroica?
Y si de heroísmo se trata, Cristo se presenta como modelo, como arquetipo, como camino hacia ese propósito. Él nos otorga sentido, y viviendo así el heroísmo, anunciamos su mensaje que inspira y motiva a todos los que nos rodean. Esto puede ser, a grosso modo, una definición de santidad.
El llamado del Señor a la santidad no es una invitación exclusiva, no requiere una membrecía de creyentes “V.I.P.” o de fieles “premium”. Por el contrario, es una vocación universal de todo aquel que desea seguirlo.
Emprender el camino hacia la santidad es, tal vez, la mejor forma de empezar a realizar las grandes proezas que caracteriza a los héroes.
“Santo es aquel que se reconoce pecador.” (G.K. Chesterton)
Un camino posible, algunos ejemplos:
Volviendo a la saga de películas de “Avengers”, utilizaré algunos ejemplos muy prácticos para ilustrar la viabilidad del camino heroico.
El Capitán América se ilustra como ejemplo de salida hacia lo desconocido y sacrificio por amor a la verdad y al bien común.
Black Widow se presenta como la posibilidad de redención, quien no se deja ganar por los errores de su pasado e intenta hacer las cosas bien en el presente.
Hulk nos muestra como hasta la peor parte de nuestras vidas, esa que nos avergüenza y queremos ocultar a los demás, puede ser ocasión de ayuda para los demás.
Iron Man traza el recorrido que toda persona debe realizar en camino hacia el heroísmo, el cual requiere, la renuncia a sí mismo.
Resultan obvios los “por qué” de la elección de estos ejemplos. Todos ilustran una porción de lo que el Señor ha anunciado como camino de seguimiento hacia Él.
Entonces me acuerdo de algunos pasajes que acá les comparto:
- Las condiciones para ser discípulos. (Lc 9, 23-27).
- La misión de los doce. (Lc 9, 1-6)
- ¿Quién es el más importante? (Lc 9, 46-48).
- Exigencias del seguimiento (Lc 9, 57-62).
- Misión de los setenta y dos (Lc 10, 1-12).
La santidad, el heroísmo aplicado en la vida cristiana, ¡ES POSIBLE! Y podría ser la respuesta a la necesidad más profunda de los tiempos que corren. ¿Vas a seguir esperando a comenzar este camino?
Los papas San Juan Pablo II y el emérito Benedicto XVI nos dejaron grandes pistas al respecto. El primero nos dejas las guías claves en Novo Millenio Uneunte. Por su parte, el segundo nos deja una maestral reflexión sobre la santidad en torno a las figuras de los Magos de Oriente. Hiper-recomendables, escritos bestiales, se los recomiendo.
Una propuesta:
En los pasados días, a medida que iba rezando esta idea del heroísmo, hablé con distintas personas sobre el tema. Fui recolectando ideas que alentaron el escrito y que trazaron un horizonte algo más amplio – y lejano – al que me gustaría llegar. Por eso, para dar cierre a esta publicación me gustaría pedirte algo a vos como lectora o lector:
- ¿Qué figuras heroicas te inspiran? ¿Por qué lo hacen?
- ¿Te sentís llamada o llamado a una vida heroica? ¡Dejalo en los comentarios de tus redes sociales!
- Compartí esta noticia del reclutamiento de héroes, así podemos conocer a más personas al igual que a vos.
¡Pronto volveremos con esta idea!
Y para quienes conozcan la saga de películas, entenderán esta referencia ¡Cristianos…. Unidos! 😉