Nuevamente este siete de octubre la Virgen del Rosario nos convoca, nos reúne y nos interpela, nos llama a la reflexión sobre nuestras vidas y que de nosotros, estamos entregando por el otro. Es un tiempo diferente que necesita que abramos el corazón y todo lo que somos para poder salir adelante, juntos y con fe.
En este tiempo de fiesta y entrando ya en su Novena Patronal, mirar hacia atrás este camino recorrido, reconocerla como Madre, fundadora de esta ciudad y Patrona de Paraná y de la Arquidiócesis.
Muchos son los aspectos que de Ella podríamos comentar y me pareció oportuno recordar el de su coronación hace varios años. Y es que en este año se cumplirán los cuarenta y siete años de esa Coronación, pedido que no fue tan fácil de concretar y que demoró algunos años en concretarse.
La primera intención del ‘67
Era Obispo de la Arquidiócesis Mons. Tortolo, conocido precisamente por su vocación mariana.
No era raro entonces que quisiera esta Coronación. “Por un contrato bilateral, Ella asumió nuestra protección permanente y sus hijos de Paraná la asumimos Madre y Reina bajo el título del Rosario. La coronación Pontificia será el sello definitivo de esa alianza, un nuevo eslabón entre Ella y la ciudad.”
Así consta en el Auto Pastoral del 17 de diciembre de 1966. Comunicaba a la Arquidiócesis que la Santa Sede se había dignado decretar la “Coronación Pontificia de la Secular imagen de la Virgen del Rosario“ … “será el sello definitivo de esa alianza un nuevo eslabón entre ella y la ciudad”.
Se debía realizar el 7 de octubre de 1967, y debía sería el reencuentro definitivo de todos nosotros con Maria y de ella con Cristo.
“En la próxima Nochebuena iniciaremos el Año del Rosario”, consta en este auto pastoral, habrá dos comisiones, una central y otra de Señoras que asumirán las tareas propias que el acontecimiento exige.
Explica en este mismo texto los cambios que se harán en el interior del templo para adecuarlos a este momento.
La oposición de algunos curas
Pero no salieron las cosas como se esperaba y un grupo de sacerdotes y laicos, entre los que se encontraba el Párroco mismo de la Catedral, se opusieron a esto.
Los sacerdotes Dri, Gorosito, De Zan y Cocco veían en esta hecho una manifestación de falta de pobreza y de triunfalismo por parte de la iglesia. Iniciaron una campaña en contra de la Coronación que llegó a ser despiadada y que incluyó fuertes ataques contra Monseñor Tortolo.
El Obispo firme en sus convicciones y más si de la Virgen se trataba, los convocó a una reunión para tratar este tema, a la que asistieron unas sesenta personas. Fue imposible ponerse de acuerdo, y la reunión terminó abruptamente cuando Monseñor enojado exclamo “A la Virgen la voy a coronar, con los católicos, sin los católicos o contra los católicos”
El escollo del Sínodo de Obispos
Nuevamente aparece el tema en el Auto Pastoral con motivo de su concurrencia al Sínodo de Obispos en septiembre de 1967: “El próximo 29 de setiembre se iniciará en Roma el primer Sínodo Episcopal, con los Representantes de todo el Episcopado Católico. Con otros dos hermanos Obispos estaremos allí en representación del Episcopado Argentino.
Esta ausencia de dos meses nos ha obligado a diferir la Coronación Pontificia de la Santísima Virgen del Rosario para el año próximo. Nos alegramos que la divina Providencia por este hecho no previsto, nos invite a una preparación más intensa, comprometa a la Comisión Central y Comisiones Auxiliares a un esfuerzo mayor aun.
Pero debemos confesar que partimos con angustia en el alma. Nos aflige la situación económica de nuestra Provincia” continua este escrito con un pedido urgente, primero de oración por el campo entrerriano, pidiendo la intercesión de la Virgen. “Le suplicamos en concreto: sol y calor necesarios, tiempo bueno, lluvias oportunas… y en segundo lugar a quienes puedan y dispongan de medios, la creación de fuentes de trabajo tanto para el campo como para la ciudad”, y aclara con un salario justo.
El dialogo con Pablo VI
El 31 de marzo de 1969 Mons. Tortolo tuvo audiencia con el Papa Paulo VI por este tema y así lo relataba:
M.T. Santidad, la Patrona de Paraná es la Santísima Virgen del Rosario. Se obtuvo el Decreto de la Coronación pontificia, pero la coronación aún no se ha realizado.
Pablo VI: ¿Por qué?
M. T.: Santidad, algunos sacerdotes creen que ya pasó el tiempo de estos signos de piedad mariana.
Pablo VI: Sin embargo coronar a la Santísima Virgen es una bellísima manifestación de Piedad. Así se hace en muchas partes.
M.T. Santidad, estos sacerdotes creen que la coronación no respondería al signo de pobreza que parece quiere vivir la iglesia hoy.
Pablo VI: este signo de pobreza es de otro género. Corone, corone a la Santísima Virgen. También el Papa lo pide.
El contexto de la remodelación de la Catedral
El 30 de agosto de ese año escribe la Declaración Episcopal por la Remodelación de la Catedral. El Vaticano Segundo ha introducido grandes innovaciones dentro de la iglesia. La primera litúrgica cambiando la celebración de la misa de cara al pueblo, por esto se acercó el altar a los fieles. La segunda exigencia, La Catedral es la iglesia propia del Obispo y él es maestro de la Fe. La silla desde la que trasmite y enseña el mensaje revelado se llama Cátedra, de ahí el nombre de Catedral.
Y la tercera exigencia que Jesús, es el Señor del Templo. Y aquí se ha encontrado una feliz solución dice esta declaración. El cabildo metropolitano ha cedido su lugar de oración en el ábside, al que la misma arquitectura lo ha modelado como lugar de recogimiento y soledad.
Allí estará el Sagrario y la secular imagen de la Santísima Virgen del Rosario. Por esta restructuración se hizo la remoción del viejo altar mayor y dice el documento que hacía más de 70 años que sobre él se celebraba la liturgia de cada día, “al quitarlo se nos arranca algo o mucho del alma”… ”No todo está concluido, ni todo merecerá la aprobación de todos. Además, algunos detalles no han sido logrados con perfección. El nuevo nicho de la Virgen, por ejemplo, aparece reducido y exigirá retoques ulteriores”
La carta pastoral del ‘73
Por Carta Pastoral del Sábado Santo de 1973 anuncia un gran acontecimiento para la iglesia de Paraná: ”la Coronación Pontificia de la Santísima Virgen del Rosario, Madre y Patrona de la ciudad el próximo 7 de octubre. “
Contando con el apoyo de Paulo VI, que trascribimos antes en su visita de 1969 y que la cuenta en este documento, dice que esta coronación debe ser la culminación de un proceso interior dentro de la iglesia y en orden a su misión salvadora.” La gran Misión familiar de Paraná, estará animada y sostenida por la gran Misión del Rosario… Descontamos como segura la acción del demonio y su terrible influencia para enturbiar, confundir, dividir. Surgirán dificultades, pero ellas serán el signo de la Presencia de Dios y de su ayuda”.
En mayo de ese año envía el mensaje pastoral para el mes de junio:” la ciudad de Paraná tiene treinta y dos mil hogares. En estos hogares está la vida del presente y del futuro. La ciudad de hoy y de mañana”, invita además a participar de “la Gran Misión Familiar de Paraná. Cinco meses, la Gran cruzada del Rosario, sesenta días y la Coronación de la Santísima Virgen el 7 de octubre.”
Unas jornadas de oración
Nuevamente no se cumple esta fecha y el 8 de setiembre inicia la Cruzada del Rosario con una Noche Heroica desde la 22 horas del sábado 15 de setiembre hasta las 5 de la mañana del domingo 16. Año Santo y reencuentro con Dios junto a la Madre.
El 7 de octubre de 1973 el Párroco Ismael Dri expone su desacuerdo con la Coronación a través de una homilía que fue también impresa.
Del 24 de noviembre, otra carta titulada La Virgen cuenta con nosotros. Dice que siempre que Dios quiso comunicar bienes especiales a los hombres preparó primero el corazón. La coronación será una extraordinaria gracia histórica si nos preparamos debidamente a recibirlas.” Como Pastor de la Arquidiócesis hago públicas las gracias que pido: he ofrecido todos los trabajos de la Coronación y aceptado las infaltables piedras del camino… Pedimos a todos, aun a los que creen no creer que ofrezcan oraciones y sacrificios por la transformación espiritual de Paraná, sobre todo el 7 de diciembre, día de los enfermos y día del sacrificio voluntario”.
La carta pastoral preparando la coronación
El 29 de noviembre comenzó la novena preparatoria y el 1 de diciembre, la carta pastoral sobre la coronación.
“Dios ha puesto lo suyo,” dice en esta carta en relación a la creación de 1730 bajo esta advocación, exige ahora lo nuestro. El vínculo entre el pueblo y la Virgen… “El Señor nos ha hecho ver más de cerca el Don de su Divina Madre, Don otorgado a Paraná bajo el título de Nuestra Señora del Rosario. Al agradecer este Don queremos comprometernos con Dios y con su Madre. La Coronación es un acto de reconocimiento por el pasado y es un compromiso para el futuro… Coronación y Consagración son palabras que se complementan y exigen todo tanto del hombre como de la ciudad…Madre del Rosario todo lo nuestro es tuyo, todo lo tuyo es nuestro”
Y llegó finalmente el día
El 8 de diciembre de 1973 el Arzobispo Mons. Adolfo Tortolo hace la Coronación de la Virgen del Rosario. Finalmente llegó el día esperado, 8 de diciembre. Por el Programa sabemos que hubo misas ese día a las 6, 7, 8, 10 y 11 horas.
A las 9 hs. misa de Comunión para todos los niños de la ciudad. Ya por la tarde a las 19 hs. traslado de la Sagrada Imagen desde el interior al Atrio de la Catedral. Luego:
Juramento de fidelidad de la ciudad a la Sma. Virgen del Rosario.
Bendición de Coronas y Coronación de la Virgen y del Niño
Misa Concelebrada.
Procesión alrededor de la Plaza de Mayo con la Sagrada Imagen, acompañada por el Exmo. Sr. Cardenal Antonio Caggiano, Obispos, Sacerdotes y Autoridades asistentes.
En un evento tantas veces postergado, ante una multitud de fieles y en un día espléndido. Viene para esta celebración el Cardenal Mons. Antonio Caggiano.
Actos Especiales
Todos los que asistan a la ceremonia pueden ganar el Jubileo del Año Santo, siempre y cuando confesados reciban la Sagrada Comunión y oren por las intenciones del Santo Padre. Se pide a los peregrinos quieran venir confesados. El 8 por la tarde no habrá misas vespertinas en la ciudad.
Día 6 de diciembre, a las 21,30 horas Concurso de Coros Religiosos en la Iglesia Catedral, organizado por la Dirección de Cultura de la Provincia de Entre Ríos.
Día 7 de diciembre. Jornada de enfermos. Ningún enfermo debe quedar sin comunión este día: Día también del sacrificio voluntario. Sanos y enfermos debemos ofrecer todos algún sacrificio voluntario por la transformación espiritual de Paraná.