El fenómeno de los cristianos alejados o indiferentes en la práctica cotidiana de la fe es una realidad cada vez más frecuente hacia el interior eclesial. Frente a esta realidad la respuesta que la Iglesia, a los tumbos y sin tenerlo demasiado claro, se denomina “Nueva Evangelización”. Pero no siempre están claros los pasos que se deben dar de manera concreta.

Los obispos latinoamericanos reunidos en Aparecida, en el contexto de reflexionar una propuesta pastoral para los que han dejado la Iglesia para unirse a otros grupos religiosos, estructura la acción eclesial en cuatro ejes. Creo que estos son fundamentales para un proceso pastoral que sea de Nueva Evangelización. Así lo describían, textualmente, nuestros pastores (DA 226).

1) La experiencia religiosa. En nuestra Iglesia debemos ofrecer a todos nuestros fieles un “encuentro personal con Jesucristo”, una experiencia religiosa profunda e intensa, un anuncio kerigmático y el testimonio personal de los evangelizadores, que lleve a una conversión personal y a un cambio de vida integral.

2) La vivencia comunitaria. Nuestros fieles buscan comunidades cristianas, en donde sean acogidos fraternalmente y se sientan valorados, visibles y eclesialmente incluidos. Es necesario que nuestros fieles se sientan realmente miembros de una comunidad eclesial y corresponsables en su desarrollo. Eso permitirá un mayor compromiso y entrega en y por la Iglesia.

3) La formación bíblico-doctrinal. Junto con una fuerte experiencia religiosa y una destacada convivencia comunitaria, nuestros fieles necesitan profundizar el conocimiento de la Palabra de Dios y los contenidos de la fe, ya que es la única manera de madurar su experiencia religiosa. En este camino, acentuadamente vivencial y comunitario, la formación doctrinal no se experimenta como un conocimiento teórico y frío, sino como una herramienta fundamental y necesaria en el crecimiento espiritual, personal y comunitario.

4) El compromiso misionero de toda la comunidad. Ella sale al encuentro de los alejados, se interesa por su situación, a fin de reencantarlos con la Iglesia e invitarlos a volver a ella.

Sencillo de formular, más complicado de poner a la práctica. ¿Imposible de vivir cotidianamente por las comunidades católicas?

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1 COMENTARIO

  1. soy catequista y estoy muy interesada en los temas,y para ponerlo en práctica.

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