Se abordan una serie de preguntas sobre la persona de Jesús que se plantean tanto los seguidores como sus detractores.
Cuando Jesús calma la tormenta en el mar, este hecho sorprende a sus seguidores y genera temor y preguntas sobre su identidad. Luego hay otro episodio en el que un hombre poseído por un espíritu impuro reconoce a Jesús como el Santo de Dios, pero con actitudes de cerrazón y resistencia.
Finalmente Jesús hace una pregunta a sus discípulos sobre su identidad, y ellos mencionan varias respuestas populares, pero Jesús les hace Él mismo una pregunta personal.
En el transcurso de nuestra vida, nos encontramos con interrogantes sobre la persona de Jesús y su significado en nuestra existencia. En los evangelios hay tres momentos clave que nos ayudarán a comprender y responder a la pregunta fundamental: ¿Quién es Jesús para vos?
El interrogante del seguidor
En el Evangelio de Marcos, leemos la historia de los discípulos que se encontraban en una barca junto a Jesús cuando se desató una tormenta. Mientras ellos luchaban contra las olas, Jesús dormía tranquilamente en la popa. Despertado por el miedo de sus seguidores, Jesús increpó al viento y al mar, y todo se calmó. Esta experiencia provocó temor y asombro en los discípulos, quienes se preguntaron: "¿Quién es este que incluso el viento y el mar le obedecen?".
Ante esto, Jesús les pregunta a sus seguidores: "¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?". Esta pregunta revela que ellos aún no comprenden plenamente quién es él. Este interrogante nos invita a reconocer la presencia divina en Jesús y a cuestionarnos sobre su poder y autoridad en nuestras vidas.
El desafío del espíritu impuro
En otra ocasión, encontramos a un hombre poseído por un espíritu impuro en una sinagoga. El espíritu impuro reconoce a Jesús y le hace tres preguntas: "¿Qué tenemos que ver contigo? ¿Has venido a destruirnos? Ya sé quién eres, el santo de Dios". Estas preguntas revelan una actitud de cerrazón y resistencia.
A menudo, nos encontramos en situaciones similares, donde negamos la necesidad de su presencia y tememos que su mensaje pueda trastornar nuestras vidas. Sin embargo, Jesús se muestra poderoso al liberar al hombre del espíritu impuro, dejando a todos asombrados y preguntándose: "¿Quién es este?". Este episodio nos desafía a superar nuestros prejuicios y abrir nuestros corazones a la verdadera identidad de Jesús.
La pregunta de Jesús a sus seguidores
En el Evangelio de Marcos, capítulo 8, Jesús se dirige a sus discípulos y les pregunta: "¿Quién dice la gente que soy yo?". Ellos responden mencionando diversas opiniones populares. Luego, Jesús les plantea la pregunta más importante: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?".
Esta interrogante nos interpela directamente a cada uno de nosotros. ¿Quién es Jesús para vos? ¿Has caminado en su presencia y has experimentado su poder transformador en tu vida? La respuesta a esta pregunta determinará nuestra relación con él y nuestra forma de vivir como discípulos.
La respuesta de mi vida
La figura de Jesús despierta diferentes reacciones en las personas: temor, asombro, resistencia y fe. Su presencia nos desafía a cuestionarnos y a descubrir quién es él en nuestra vida. Es importante recordar que nuestras respuestas tienen implicaciones profundas en nuestra fe y en la forma en que vivimos.
Jesús no es solo un personaje histórico o un maestro sabio, sino el Hijo de Dios, el Salvador que nos invita a seguirlo y a experimentar la plenitud de vida en comunión con él. Entonces, te invito a reflexionar sobre la pregunta de Jesús: "¿Quién dices que soy yo?" y a abrir tu corazón para encontrar la respuesta que transformará tu vida.
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