Este tema siempre me intereso porque es muy conocida la casa en el ámbito de nuestra iglesia diocesana, pero poco conocida su historia.
Por un lado la capilla de Nuestra Señora del Carmen en su camino a los cien años en el 2027 y por otro la casa propiamente dicha que incluye también su capilla. Pero para conocer hay que investigar y remontarnos a los inicios del pueblo.
La Estación Racedo
Encontré en internet un trabajo de Aníbal Edgardo Degano, 1998, donde relata los orígenes de Estación Racedo.
“Como muchos pueblos entrerrianos, no posee acta de fundación; nació a la vera de la Estación del Ferrocarril Central Entrerriano, inaugurado en el año 1887.
Existe una diligencia de mensura y un plano de la Colonia y Pueblo General Racedo, ejecutada por el Agrimensor Don Pablo Ávila, en abril de 1888.Esta documentación es aprobada ulteriormente con la firma del Gobernador Don Clemente Basavilbaso y de su Ministro Doctor Ramón Calderón el 28 de Mayo de 1888.
En esta primer traza del pueblo, además de las instalaciones ferroviarias no se observa edificación alguna, salvo una pulpería entre el “Camino de la Cuchilla”, y la Estación Ferroviaria que seguramente fue el primer negocio del lugar que surtió de mercaderías a los agricultores de la colonia, a los obreros que trabajaron para el tendido del ferrocarril y a los primeros pobladores que levantaron sus viviendas de acuerdo a la traza efectuada.”
Sigue este artículo contando que en el año 1893, cuando se realiza el ensanche del pueblo en tierras de propiedad de los hermanos Reffino, figuran edificaciones en terrenos de General Racedo, en base a la mensura y planos citados en el primer párrafo.
Años después tanto los campos de Reffino como los de Racedo y Crespo fueron adquiridos por agricultores y hacendados que personalmente y con su familia los siguieron cultivando. Allí cita que el casco de la Estancia “El Carmen” con 100 hectáreas de terreno, fue donado a la Curia de Paraná por Eduardo Racedo; nieto del Teniente General Eduardo Racedo.
El General Eduardo Racedo
Hablar del Señor Eduardo Racedo, General y Gobernador de la provincia, es también recordar que sus restos se encuentran en el frente de nuestra Catedral paranaense. Y para saber de quién estamos hablando, comparto un poco de la historia que su bisnieto Francisco León Racedo viene realizando desde hace muchos años trasmitiendo un valioso trabajo de difusión de la historia nacional y, de manera especial, de la historia de la familia Racedo.
“Francisco cuenta que su bisabuelo nació en Paraná (Entre Ríos), el 14 de octubre de 1843, hijo de Pedro y Desideria. Realizó sus estudios en el colegio San Carlos de Catamarca. Lo que pinta de cuerpo entero la fuerte vocación que tenía el emblemático general por servir a la patria queda de manifiesto en una pequeña anécdota familiar. ‘Cuando apenas tenía 16 años, en una plaza de Rosario, adonde se habían mudado, ve pasar un regimiento de infantería y solicita ingresar al Ejército, obteniendo la aprobación de sus padres’, dice orgulloso.”
El 2 de marzo de 1860 es recibido como aspirante. Con 17 años, participa el 17 de septiembre de 1861 del combate de Pavón. Luego, con el Regimiento de Infantería 2 marcha a Corrientes, y participa el 25 de mayo de 1865 con el grado de capitán en la toma de Corrientes.
Participa en las batallas de Yatay, Uruguayana, Estero Bellaco, Tuyutí, Boquerón, Curupaytí recibiendo medallas, cordones y escudos como reconocimiento a sus méritos, tanto del gobierno argentino como del brasileño y el uruguayo.
En el año 1869, y ya como coronel, va con sus hombres a la frontera sureste de Córdoba. Con el asesinato de Urquiza en 1870, surgen movimientos revolucionarios en Entre Ríos, su provincia natal, a la que regresa, y participa en las batallas del Sauce, Villa Urquiza y Santa Rosa, contra López Jordán (1870-1873).
El 4 de agosto de 1871 se casa con Enriqueta del Carmen Otaño Clariá en la parroquia Nuestra Señora del Rosario en Paraná, donde ambos descansan.
El general Racedo falleció en Buenos Aires el 30 de diciembre de 1918. Dejó no solo un ejemplo de valentía y generosidad por su patria, sino también un legado ejemplar a la familia que armó y construyó junto a Enriqueta y sus numerosos hijos.
La Capilla de Estación Racedo
De aquí en adelante contamos la historia desde los documentos de nuestro archivo. El 14 de marzo de 1914, el Padre Pablo Stralmann, párroco de San José de Crespo, le escribe a Mons. Bazán y Bustos, Obispo de Paraná, informándole que acaba de comunicarse con el Gral. Racedo para ponerse de acuerdo en la construcción de la proyectada capilla para Estación Racedo.
Allí consta que el Gral. Racedo estaba bien dispuesto y pedía la autorización para la colocación de la piedra fundamental para el día 29 de ese mes de marzo. Sugería en esta carta poner al frente de la obra a su yerno Ignacio Harris, capataz de la estancia para que pudiera principiar la obra.
El 16 de noviembre de 1915, solicitan al Obispo autorización para recolectar donaciones para un bazar que se realizará el 6 de enero siguiente. Cuenta en la carta que después de un cambio de ideas, se han reunido varias señoras y señoritas en la casa de Barattero y resolvieron crear una sociedad que llevara el nombre de Nuestra Señora del Carmen, cuyo fin es juntar fondos para la construcción de la capilla.
El 22 de marzo de 1916, el Capellán vicario de Estación Crespo se dirige nuevamente al Obispo Mons. Bazán, exponiendo que se ha vencido el plazo de la comisión pro templo y debe renovar autoridades por lo que envía el listado nuevo. Aquí el Presidente, es Ignacio Harris, Vicepresidente, Agustín Degano, Tesorero, Juan Bautista Etcheverry, Secretario Ludovico Schad.
El 24 de enero de 1917, envían carta al Obispo, solicitando renovar los cargos de Vicepresidente, secretario y un vocal por renuncias a la comisión. Son propuestos Felipe Bisheimer para vice y Antonio Marega para vocal en reemplazo de Pedro de Giusto. El cargo de secretario sería ocupado por el vocal Bonifacio Languasco hasta que se nombre la persona indicada.
El 1 de septiembre de 1918, el nuevo presidente de la Comisión Pro Templo, Ignacio Harris, le comunica la Obispo Mons. Bazán que el Sr. General Racedo, viendo que no hay fondos para la capilla, la hará de su propio peculio y la donará según estaba proyectada de acuerdo a los planos. Aprovechará el terreno, los ladrillos, cal y arena que pueda la comisión proporcionarle y que están en principio al pie de la obra.
Después de un vacío documental de varios años, encontramos que por carta del 20 de junio de 1927, la Señora Enriqueta comunica al Vicario Capitular Poyet que se ha terminado la obra de la capilla.
En este documento constan los nombres y donaciones de quienes colaboraron además de ella detallando que puso cada uno, altar, mayólicas, ornamentos sagrados, imágenes. Los planos de José Vicente Fox que habían sido aprobados por el Sr. Vicario en septiembre 21 de 1926 y la empresa constructora que realizo la obra fue del Ing. Alfredo H. Gianda.
Llega finalmente el día esperado, el 17 de julio de 1927, a las 10 de la mañana, el Pbro. Joaquín Fernández Otaño, delegado por el Vicario Capitular Claudio Poyet, asistido por Párroco de Crespo Bernardo Müller y el Vicario de María Luisa, Ricardo Erlich, se encuentran en la nueva capilla de estación Racedo.
Están todos participando de la bendición, actuaron como padrinos Alfredo J. Racedo y Ana Otaño de Arigos y en presencia de varios vecinos, momento en que se bendice la capilla bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen, la que en honor de su esposo el Teniente General Eduardo Racedo, había erigido la cristiana generosidad de Enriqueta Otaño de Racedo.
A continuación de este sentido momento, se bendijo también la imagen de la Virgen del Carmen y luego comenzó la misa, relata el Boletín Diocesano de ese año.
Cerca del mediodía terminó esta celebración a la que asistieron cerca de cuatrocientas personas, un número nunca visto en ese lugar.
A las tres de la tarde se cantaron vísperas solemnes, terminando con la consagración a la Virgen del Carmen.
La casa de Retiros El Carmen de Racedo
La capilla, será el comienzo de otra obra para el lugar, la casa de retiro, ahora en manos de un nuevo movimiento eclesial, el Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la Arquidiócesis
La familia hace entrega del casco de la estancia de Eduardo Racedo el 30 de enero de 1959. Sus sucesores, Eduardo y José María Racedo Pereda en nombre de la sociedad en comandita San Enrique, donan en nombre de sus padres Eduardo Nicasio Racedo y María Isabel Pereda, el casco de la estancia El Carmen , estación Racedo, Departamento Diamante de 122 hectáreas con todo lo construido incluido.
La fundación llevara el nombre de General Eduardo Racedo y la capilla estará dedicada a Nuestra Señora del Carmen. Se pedía que fuera un centro de irradiación religiosa, que pudiera estar en manos de una congregación religiosa, preferentemente masculina y que si no se conseguía, debía quedar en manos del Arzobispado de Paraná.
Por el mismo documento se transfería también 35 hectáreas de la Estancia La Ofelia en Distrito Tacuaras del departamento La Paz donde oportunamente se construirá capilla y edificio anexo.
Cursillos en El Carmen de Racedo
En el 2016 al cumplirse los 50 años del movimiento, se publicó la historia y de allí extraigo los datos que copio a continuación
“El contacto que dio nacimiento al Movimiento en Paraná, surge del diálogo entre el Padre Federico Mayer Correa, de la Diócesis de Santiago del Estero, en ese momento, Asesor Espiritual del Secretariado de Cursillos de dicha Diócesis, con Monseñor Adolfo Servando Tortolo, Arzobispo de la Arquidiócesis de Paraná.
Con la autorización y el apoyo del Arzobispo, participaron sacerdotes y laicos de Paraná, en cursillos que se realizaban en la población de Villa Mailín, pcia. de Santiago del Estero.
Lentamente pero sin interrupción de continuidad, fue creciendo el grupo de cursillistas en Paraná; y en el mes de Julio de 1966, el Señor Arzobispo de Paraná, Monseñor Adolfo Servando Tortolo, se hizo eco de este Movimiento que convenía a la Iglesia local, con sus manifestaciones de Fe y Esperanza, en las Ultreyas y en las Reuniones de Grupo.
De tal forma le ofrece al Secretariado provisorio, un lugar para hacer los Cursillos. Este lugar ofrecido por Monseñor, es el lugar que los Cursillos han convertido en un verdadero “pedazo de cielo en la tierra”.
Se fijó la fecha del Primer Cursillo de Paraná en el Carmen de Racedo, para el 30 de Noviembre de 1966.
Este primer cursillo comenzó teniendo por primer cursillista al Señor Arzobispo Monseñor Adolfo Tortolo, ejemplo de docilidad y entrega al Método del cursillo. Este apoyo de nuestro Pastor fue un aliento sin medida para seguir adelante.
En etapas sucesivas fue aumentando el número de integrantes entrerrianos en los equipos, hasta que se realizó un cursillo totalmente integrado con laicos y sacerdotes de la Arquidiócesis de Paraná, fue el 9º de Hombres, realizado del 17 al 20 de Octubre de 1968.”
El 31 de diciembre de 1969, Mons. Tortolo hace un pedido a Adveniat, por la suma de D. M. 40.000 para concluir la obra del auditórium y capilla para la casa de ejercicios. El arzobispado ha cedido, consta en la carta, un terreno de 40.000 metros cuadrados y edificios adyacentes. Los ejercitantes han conseguido los muebles para el lugar y ofrecen su tiempo para trabajar en la casa y hacer una colecta para terminar otros aspectos de la casa.
El 5 de diciembre de 1970, Monseñor vuelve a dirigirse a Adveniat, recordando que ha pedido la ayuda para la capilla y el auditorio. En ese año pasaron más de mil ejercitantes, incluso de otras diócesis, menciona la carta.
Con la construcción quedaran libres dos salones que ahora se usan para este fin, continúa el texto y reitera el pedido para continuar la obra.
Estando en marcha el Movimiento en Paraná, laicos santafesinos se contactaron con los entrerrianos y comenzaron a mandar candidatos a los cursillos, hasta que en el año 1971, se realizó el 1° Cursillo de Hombres de Sta. Fe en “EL Carmen de Racedo”, estando formado el equipo con laicos y sacerdotes de Paraná y algunos de Santa Fe.
En 2018 hay un proyecto del Arzobispado de remodelación y re funcionalización de la casa que se propone mejorar el edificio y los caminos de ingreso entre otras cosas. Desde este momento asumen la administración de la casa.
El Secretariado de Cursillos sigue usando la casa para sus encuentros anuales, sin costos de alojamiento y con prioridad en las reservas de fechas. Piden que se mantenga el nombre del Carmen y que siga siendo ese lugar de encuentro entre Dios y el hombre.
Los restos mortales del General Racedo
El gobernador Eduardo Racedo, que gobernó en el período 1883-1887, fue quien trajo a Paraná la capital, que hasta entonces, era Concepción del Uruguay. Paraná había sido capital de la Confederación Argentina y había perdido por eso su condición de ser sede del gobierno.
Al cumplirse cien años del gobierno de Racedo, el entonces gobernador Sergio Montiel hizo traer al suelo paranaense a los restos del ex mandatario y ex militar, que reposaban hasta entonces en el Cementerio de la Recoleta, junto a los de la esposa de Racedo, Enriqueta Otaño.
Sus restos descansan en la pared del colegio del Huerto, frente al atrio de la catedral. Por la generosidad de la familia Racedo, hoy contamos con la capilla de Estación Racedo y con la casa de retiros.