Un grupo de laicos católicos de la ciudad de Paraná convoca a una caravana de autos este lunes 28 de septiembre. Bajo la consigna “derecho al culto”, se movilizan solicitando la posibilidad de participar en la Misas.
Convocatoria de los laicos paranaenses
Luego del último decreto provincial, el intendente de Paraná Bahl dictaminó que solo, en las celebraciones religiosas, participen sólo 10 personas. Una cantidad irrisoria si se piensa, por ejemplo, en que la Catedral de Paraná puede albergar bajos sus techos a más de 1.200 personas.
Consideran los laicos que se está coartando su derecho constitucional a profesar libremente su fe. Por esto han decidido hacer esta caravana y entregar un petitorio en el palacio municipal.
Se convocarán en la Plaza de las Colectividades alas 10 hs. Desde allí, por el recorrido que muestra el gráfico adjunto, se llegará hasta la Municipalidad. En este lugar se procederá a la lectura del petitorio y se elevará una oración a Dios pidiendo por la pronta aprobación de lo solicitado.
Quienes quieran sumarse directamente al acto, se pueden hacer presentes a las 10.30 hs. en el atrio de la Catedral metropolitana. Los organizadores instan a que los asistentes tomen las medidas sanitarias adecuadas: barbijo y distanciamiento.
El recorrido de la caravana
En la imagen se puede ver con detalle las calles que la caravana recorrerá. Comienza en la plaza de las colectividades y termina frente al palacio municipal.
Para comprender la importancia de la liturgia para los católicos podés ver esta serie de charlas en Youtube
Antecedentes de la protesta
Recordemos lo informado por nuestra página web: el Gobernador Bordet firmó el decreto 1477 el 21 de septiembre. En dicho texto volvía a autorizan las actividades religiosas con participación de fieles en todo el territorio entrerriano.
Los considerandos del decreto dejaban una cierta expectativa a la comunidad creyente de la ciudad. Allí se decía que “para mantener el distanciamiento social en lugares cerrados se debe limitar la densidad de ocupación de espacios comunes compartidos a UNA (1) persona cada DOS (2) metros cuadrados de espacio circulable, pudiéndose utilizar para ello la modalidad de reserva del espacio o de turnos prefijados.”
Esto era el reflejo del trabajo en conjunto que se estaba haciendo con las autoridades provinciales y municipales en lo concerniente a esta apertura de Templos. Estos diálogos previos hacían suponer, a los interlocutores eclesiales, que se permitiría la participación en cada templo de un tercio de su capacidad. Para ello se elaboró el correspondiente protocolo.
Pero fue un baldazo de agua fría cuando desde la Intendencia presidida por Bahl se dijo que solo podrían sumarse 10 personas... Esto desató caravana laical detrás del derecho al culto.