Tailandia es un lejano país. Lejano en distancia y en cultura para nosotros, argentinos. Una noticia de Asianews nos puede ayudar a comprender algo de su cultura, pero también mucho de nuestra religiosidad popular como un largo proceso de inculturación de la fe que comenzó hace 500 años.
El monumento al rey
El rey tailandés, Bhumibol Adulyadej, falleció el 13 de octubre de 2016. Pero los ritos funerarios finales recién están previstos para finales de este año. El momento central será la cremación de su cuerpo y el traslado de sus cenizas a un monumento que se le está construyendo.
La urna de madera que lo contendrá finalmente es el resultado de un proceso especial. Es construido con la madera del árbos de la familia real, que tiene unos 15 metros de altura. Se encuentra en el bosque del Parque Nacional Kui Buri en Prachuap Khiri Khan, 280 km al sur de Bangkok. Sus ramas se extienden, pero no tienen una sola hoja. El árbol está muerto. Es uno de los 12 que existen y que se corta y luego se utiliza como material en el funeral real de Su Majestad el Rey Bhumibol Adulyadej.
Es parte de la tradición utilizar el árbol para hacer urnas reales para reyes o familias reales. Una costumbre que se remonta al siglo XVII: fue utilizado por primera vez para la cremación del rey Naresuan. Además de hacer urnas reales, la madera de mai chan hom también se usó a lo largo de la historia para la construcción de Phra Merumat, o el crematorio real, la estructura de palacio en la que se aloja la urna real.
Si esto se hace para construir la urna… imaginemos lo que debe ser el templo final.
500 esculturas mitológicas
El salón escultórico de la Oficina de Artes Tradicionales del Departamento de Bellas Artes en Nakhon Pathom es el lugar de trabajo de una docena de personas. Ellas son las encargadas de realizar las obras que adornarán el monumento funerario. Pero no son los únicos trabajadores.
Las 500 esculturas que se hacen se clasifican en 16 grupos y la mitad de ellos, unos 26 personajes principales, son creados por los artesanos de la Oficina de Artes Tradicionales, mientras que los otros 11 personajes, en su mayoría animales y algunas criaturas míticas, son creados por artesanos en Ayutthaya , Ang Thong y la Academia de Artes de Pohchang en Bangkok.
Una de las llamativas esculturas es un dios hindú Narayana de 2,75 metros de altura, que también tiene algunos rasgos faciales del difunto rey. Basado en creencias tradicionales, el rey es un avatar de Narayana. Junto a la escultura de Narayana hay una escultura de dos metros de altura de uno de los cuatro reyes celestiales conocidos en tailandés como Thao Chatulokkaban, un garuda de dos metros de altura, que es el vehículo de Narayana, un ángel sentado, bueyes sagrados y Kotchasi, el mítico elefante.
Phra Merumat fue diseñado por Korkiat Thongphud del Departamento de Bellas Artes. La idea de la pira fúnebre real es significar el Monte Sumeru, que es donde regresará el espíritu divino del Rey Bhumibol, de acuerdo con las creencias tradicionales influenciadas por el Brahmanismo y el Budismo.
El Monte Sumeru en la mitología hindú está en el centro del universo. Es la residencia de los dioses. Su estanque está rodeado de Himmaphan (Himavanta o Himalaya), el bosque legendario y el hogar de criaturas fantásticas como naga (serpientes), singh (leones) y kinnari (medio humano, medio pájaro).
Una vez terminado, Phra Merumat tendrá 50,49 metros de altura con un elaborado tejado de siete niveles. La estructura tendrá cuatro niveles y estará adornada por varios cientos de esculturas.
También habrá cuatro estanques en cuatro esquinas de la base de Phra Merumat. El estanque del norte será adornado con los rebaños del elefante y el sur con los bueyes sagrados. El estanque del oeste es para los caballos y el estanque del este es para el singh.
Se completa con esculturas de conejos, el año de nacimiento del difunto rey y también la estatua de 70cm de altura de Thongdaeng, el perro favorito del rey tallado por Chin Prasong, ex jefe de la División de Escultura del Departamento de Bellas Artes.
Y nosotros… ¿qué?
Podría ser la pregunta. Estamos lejos de Tailandia. Y somos católicos y no paganos. Si. De acuerdo. Pero esto pone de manifiesto a nuestros ojos dos cosas.
En primer lugar, la labor de evangelización de Asia. Tarea que realizan numerosos misioneros y que todavía está en pañales… a pesar que nuestra fe nació en tierra asiática (¿dónde queda Tierra Santa?). Tal vez muy pocos de los lectores sentirán la moción del Espíritu Santo para anunciar el mensaje de Jesús en esas tierras lejanas. Pero si todos podemos elevar nuestra oración para que logren comunicar la Buena Noticia de tal manera que toque el corazón y la cultura de esos pueblos.
Además, ver tantas imágenes y ritos nos hacen valorar la acción de nuestros primeros misioneros en tierras latinoamericanas, hace 500 años. Y, hoy, revalorizar la presencia de la religiosidad popular en fiestas, imágenes de santos y demás ritos que nos dan identidad: no son frutos del paganismo sino de la inculturación de la fe. Pero… esto es tema para un largo artículo… que dejamos para más adelante.