El tema trata sobre por qué Jesús se presenta como el "hijo del hombre" en lugar de hijo de Dios, lo cual llama la atención ya que Jesús es verdaderamente el Hijo de Dios.
Jesús utiliza la expresión "hijo del hombre" para referirse a sí mismo en diversas ocasiones en los evangelios, totalizando 82 veces. En el lenguaje cotidiano de la época, la expresión "hijo del hombre" era sinónimo de ser humano, refiriéndose a la humanidad y limitación de Jesús.
Sin embargo, la expresión también tiene connotaciones mesiánicas y de poder, indicando que Jesús no solo era un simple ser humano, sino el Mesías y el Hijo de Dios.
Con el tiempo, la expresión "hijo del hombre" fue dejando de utilizarse, ya que la comunidad cristiana estaba formada y capacitada para predicar la buena noticia de Jesús como Hijo de Dios y Señor.
El significado de la expresión "Hijo del Hombre"
En la tradición católica, surge una interesante pregunta: ¿por qué Jesús se llamaba a sí mismo "Hijo del Hombre"? Esta expresión es utilizada por Jesús en varias ocasiones en los evangelios y tiene un significado profundo que nos ayuda a entender mejor su identidad y misión.
La expresión "Hijo del Hombre" aparece en el Evangelio de Mateo 14 veces, en el Evangelio de Marcos 25 veces, en el Evangelio de Lucas 13 veces, y en el Evangelio de Juan 13 veces. Además, se menciona una vez en el libro de los Hechos de los Apóstoles, una vez en la carta a los Hebreos, y dos veces en el libro del Apocalipsis. En total, Jesús se refiere a sí mismo como el Hijo del Hombre en 82 ocasiones.
Entonces, ¿qué significa exactamente esta expresión? En el lenguaje cotidiano de la época de Jesús, "Hijo del Hombre" era sinónimo de "ser humano". Jesús utilizaba esta expresión para referirse a su humanidad, mostrando que él era plenamente humano, limitado y frágil, al igual que cualquier otra persona.
Sin embargo, la expresión "Hijo del Hombre" también tiene una connotación mesiánica y divina. En el libro del profeta Daniel, en una visión sobre el reino humano, se menciona al "Hijo del Hombre" que viene sobre las nubes y se acerca al Anciano en el trono. Esta figura tiene un poder y una gloria que van más allá de la humanidad ordinaria, y se le da el dominio y el reino.
En la época de Jesús, había una expectativa mesiánica apocalíptica, donde se esperaba la venida de un ungido de Dios que sería el Rey del Reino de Dios. Esta figura mesiánica también era conocida como el "Hijo del Hombre". Jesús utiliza esta expresión para revelar su identidad como el Mesías, pero al mismo tiempo, la contrasta con las expectativas de un Mesías triunfante y glorioso que muchos esperaban. Él se presenta como el Mesías sufriente, el siervo de Yahveh, que dará su vida en rescate por muchos.
Jesús utiliza la expresión "Hijo del Hombre" para revelar su doble naturaleza: plenamente humano y a la vez portador de un poder y una gloria divina. A través de esta expresión, Jesús muestra que tiene autoridad sobre el sábado y que es dueño de él. También dice que vendrá a juzgar a vivos y muertos, mostrando su papel como juez universal.
Es importante destacar que Jesús utiliza la expresión "Hijo del Hombre" para revelar su identidad gradualmente, sin revelar plenamente su divinidad desde el principio. Esto se debe a que, si Jesús se hubiera autoproclamado directamente como "Hijo de Dios", habría sido considerado blasfemo y merecedor de muerte según la ley judía de la época.
En conclusión, la expresión "Jesús es Hijo del Hombre" tiene un significado profundo y complejo. Por un lado, Jesús se presenta como plenamente humano, compartiendo las limitaciones y la fragilidad de la humanidad. Por otro lado, revela su identidad como el Mesías sufriente y portador de un poder y una gloria divina. A través de esta expresión, Jesús nos invita a comprender su misión redentora y a seguir sus enseñanzas de servicio y entrega por amor.