Qué es la Iglesia

0 de 18 lecciones completas (0%)

16.- La Pertenencia a la Iglesia

El bautismo es el sacramento que marca la entrada en la Iglesia y confiere la pertenencia eclesial. Sella a los fieles con el Espíritu de Cristo y los une a Él y a su Iglesia. Sin el bautismo, no hay pertenencia a la Iglesia, lo que subraya su centralidad. Aquellos que desean el bautismo, los catecúmenos, ya poseen, en cierto sentido, las características de pertenencia debido a su deseo de unirse a la Iglesia.

La Lumen Gentium habla de la pertenencia a la Iglesia en tres “grados” que denomina de aquellos que tienen pertenencia plena; lo que tienen pertenencia “no plena” y aquellos que “se ordenan a” la Iglesia.

“Todos los hombres son llamados a esta unidad católica del Pueblo de Dios, que simboliza y promueve paz universal, y a ella pertenecen o se ordenan de diversos modos, sea los fieles católicos, sea los demás creyentes en Cristo, sea también todos los hombres en general, por la gracia de Dios llamados a la salvación.” (LG13)

Pertenencia plena

“A esta sociedad de la Iglesia están incorporados plenamente quienes, poseyendo el Espíritu de Cristo, aceptan la totalidad de su organización y todos los medios de salvación establecidos en ella, y en su cuerpo visible están unidos con Cristo, el cual la rige mediante el Sumo Pontífice y los Obispos, por los vínculos de la profesión de fe, de los sacramentos, del gobierno y comunión eclesiástica.”(LG14)

Pertenencia no plena

“La Iglesia se reconoce unida por muchas razones con quienes, estando bautizados, se honran con el nombre de cristianos, pero no profesan la fe en su totalidad o no guardan la unidad de comunión bajo el sucesor de Pedro.” (LG 15)

“Pues hay muchos que honran la Sagrada Escritura como norma de fe y vida, muestran un sincero celo religioso, creen con amor en Dios Padre todopoderoso y en Cristo, Hijo de Dios Salvador; están sellados con el bautismo, por el que se unen a Cristo, y además aceptan y reciben otros sacramentos en sus propias Iglesias o comunidades eclesiásticas. Muchos de entre ellos poseen el episcopado, celebran la sagrada Eucaristía y fomentan la piedad hacia la Virgen, Madre de Dios. Añádase a esto la comunión de oraciones y otros beneficios espirituales, e incluso cierta verdadera unión en el Espíritu Santo, ya que El ejerce en ellos su virtud santificadora con los dones y gracias y a algunos de entre ellos los fortaleció hasta la efusión de la sangre.” (LG 15)

“Se ordenan a”.

Hace la Lumen Gentium una enumeración partiendo por quienes tienen cercanía con nosotros porque compartimos el Antiguo Testamento hasta aquellos que solamente se guían por su recta conciencia. Pero sobre estos hablaremos en la siguiente charla.

La Estructura Visible de la Iglesia

La Iglesia tiene una estructura visible que es fundamental para su identidad. Esta estructura incluye al Papa, sucesor de Pedro, y a los obispos, sucesores de los apóstoles. Esta visibilidad es crucial para no espiritualizar en exceso la vida de la Iglesia y reconocer la encarnación del Verbo en la historia.

La profesión de fe es un aspecto central de la pertenencia a la Iglesia. Profesar la fe implica aceptar y proclamar las creencias de la Iglesia, que son las reveladas por Cristo.

Los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia que comunican la salvación de Dios a través de la Iglesia. Aceptar y vivir estos sacramentos es esencial para la plenitud de la catolicidad. No se trata de una mera aceptación cultural, sino de una verdadera adhesión a los medios de salvación establecidos por Cristo.

La Plenitud de la Catolicidad

Ser católico implica estar plenamente incorporado a la Iglesia, aceptando todos los medios de salvación y viviendo en comunión con la estructura visible de la Iglesia. La catolicidad plena no se alcanza simplemente por pertenecer a la estructura de la Iglesia, sino también por vivir la fe de corazón. El amor y la perseverancia en la fe son cruciales para la salvación, y los fieles deben responder a la gracia de Dios con sus pensamientos, palabras y obras.