La espiritualidad del Adviento

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La mística de la Corona de Adviento

¿Qué mística esconde este símbolo pre-navideño? ¿Cómo fabricarla? ¿Cuáles son los colores de las velas? ¿Por qué el círculo es verde? ¿Qué rito hay que hacer al prender cada vela? ¿Cuándo se enciende? Todo esto está explicado en el siguiente video:

En el video desarrollamos la mística y el significado de la Corona de Adviento, un símbolo cristiano que nos prepara a los fieles católicos para la celebración de la Navidad.

Recordemos que el Adviento es un tiempo litúrgico que no solo recuerda la primera venida de Jesucristo, sino que también proyecta la esperanza hacia su segunda venida al final de los tiempos.

Esto se refleja en la mística de la corona. Con su forma circular y verde, simbolizamos la eternidad de Dios y nuestra esperanza de la vida eterna. El color verde representa la vida y la renovación que trae Cristo, quien es la luz del mundo.

La Corona de Adviento tiene cuatro velas que se encienden progresivamente durante las cuatro semanas del Adviento. Cada una de ellas representa un paso en el camino de nuestra preparación espiritual. Este proceso gradual de iluminación simboliza el crecimiento de la fe y la esperanza en Cristo, quien ilumina nuestras vidas. Cada vela nos recuerda cómo la luz de Cristo, la Gracia, crece en nosotros.

Sugerimos realizar el rito de encender las velas en familia, antes del almuerzo dominical, como una oportunidad para la oración y la reflexión. Lo esencial es que el rito sea vivido con fe. No como una tradición vacía, sino como un encuentro auténtico con Dios. La iluminación progresiva de las velas nos invita a los cristianos a crecer en el camino de conversión y fe.

PREGUNTAS FRECUENTES

(Click para las respuestas)

¿Qué es el Adviento y por qué se utiliza una Corona?

El término "Adviento" proviene del latín adventus, que significa "venida". Este tiempo litúrgico de cuatro semanas es un período de preparación espiritual para la venida de Jesucristo.
Esta preparación tiene una doble dimensión: por un lado, recordamos y celebramos su primera venida en la humildad del pesebre; por otro, renovamos nuestra ardiente esperanza en su segunda venida gloriosa al final de los tiempos.
Al vivir el Adviento, nos unimos a toda la historia de la salvación, participando de la larga y paciente preparación del pueblo de Israel que esperaba al Mesías. La Corona de Adviento es el símbolo por excelencia de este tiempo, un signo visible que nos ayuda, domingo a domingo, a profundizar en el misterio de esta santa espera.

¿Cuál es el significado de la forma circular y el color verde de la Corona?

Cada elemento de la Corona de Adviento está cargado de un profundo simbolismo que nos habla de Dios y de nuestra fe:
La forma circular: El círculo es una figura que no tiene principio ni fin. Por esta razón, representa la eternidad y la omnipotencia de Dios, quien es desde siempre y para siempre. Al contemplar el círculo, recordamos que el amor de Dios por nosotros es infinito.
El color verde: El verde de las ramas es un signo universal de vida y esperanza. En el Adviento, representa la esperanza en la vida eterna que Cristo vino a traernos. Simboliza la vida nueva que triunfa sobre la muerte, pues sabemos que en la Navidad comienza el misterio de la vida que va a triunfar sobre la muerte en la Pascua.

¿Qué representan las cuatro velas de la Corona de Adviento?

El simbolismo central de las velas es la luz. La luz de las velas representa a Jesucristo, quien se definió a sí mismo como "la luz del mundo", aquella que viene a iluminar las tinieblas del pecado y la ignorancia. Esta luz nos guía por el camino correcto, aleja el miedo de nuestros corazones y favorece la comunión y el encuentro fraterno. El encendido progresivo de las velas cada semana nos recuerda cómo Dios se fue revelando de manera gradual a lo largo de la historia de la salvación, preparando a su pueblo para la llegada definitiva del "Sol de Justicia".

¿Por qué las velas se encienden progresivamente cada domingo?

El encendido gradual de las velas, una cada domingo de Adviento, simboliza dos procesos paralelos de espera y preparación:
1. La historia de la salvación: Representa la larga y paciente preparación del pueblo de Israel a lo largo de los siglos, que esperaba con gran expectativa la llegada del Mesías prometido. La luz que se incrementa semana a semana es un eco de esa revelación divina que fue iluminando lentamente la historia.
2. Nuestro camino espiritual: Refleja nuestro propio proceso de conversión. Durante el Adviento, estamos llamados a preparar nuestro corazón para recibir a Jesús. La luz creciente simboliza cómo nuestra vida se va iluminando poco a poco con la gracia de Cristo, a medida que avanzamos en nuestro camino de oración y conversión.

¿De qué color específico deben ser las velas?

Es importante aclarar que lo fundamental del rito es la luz misma, que simboliza a Cristo. Si una familia solo dispone de velas de un mismo color (blancas o de cualquier otro tono), puede usarlas sin problema, pues el significado principal reside en el acto de encenderlas progresivamente.
Sin embargo, para enriquecer el simbolismo, la tradición litúrgica recomienda usar colores específicos que se corresponden con el tiempo litúrgico:
Tres velas moradas: Este color simboliza la preparación espiritual, la penitencia y la espera. Se encienden el primer, segundo y cuarto domingo de Adviento.
Una vela rosada: Se enciende el tercer domingo, conocido como "Gaudete" (domingo de la alegría), y representa el gozo ante la inminente llegada del Salvador.
Una quinta vela blanca (opcional): Algunas coronas incluyen una vela blanca en el centro que se enciende en el día de Navidad, simbolizando la pureza de Cristo, la Luz del Mundo que ha llegado.

¿Cómo se debe realizar el rito de encender las velas en familia?

Para que el rito sea un momento significativo de encuentro familiar con Dios, se sugiere seguir estos pasos prácticos:
1. Cuándo: El momento ideal es el domingo, reunidos en familia. Una excelente oportunidad es antes del almuerzo, con la corona colocada en el centro de la mesa como un recordatorio de este tiempo sagrado.
2. Quién: Se recomienda que sea la madre de familia o la mujer de mayor edad presente quien encienda la vela. Este gesto encierra un doble signo de profunda riqueza que estamos llamados a rescatar y valorar: la mujer representa a la Iglesia como Madre que nos ilumina con la luz de Cristo, y también evoca al Espíritu Santo (cuyo término en hebreo, Rúaj, es femenino), que fecunda y guía nuestra vida espiritual.
3. El Rito: La secuencia sugerida es sencilla. Primero, se enciende la vela de la semana. A continuación, se hace una oración en común. Opcionalmente, se puede concluir cantando un villancico o un canto de Adviento.

¿Existe una oración especial para la Corona de Adviento?

Sí, existen diversas oraciones que pueden guiar este rito familiar. A continuación, se comparte una oración sugerida que abarca el sentido profundo de esta tradición:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
La tierra, Señor, se alegra en estos días, y tu Iglesia desborda de gozo ante tu hijo el Señor, que se acerca como luz esplendorosa para iluminar que estamos en las tinieblas de la ignorancia, del dolor y del pecado.
Lleno de esperanza en su venida, tu pueblo ha preparado esta corona y la ha adornado con luces.
Ahora que estamos en el tiempo de preparación para la venida de tu Hijo, te pedimos, Señor, que mientras se acrecienta cada día el esplendor de esta Corona con nuevas luces, a nosotros nos ilumines con el esplendor de Aquel que, por ser la Luz del Mundo, iluminará todas las oscuridades.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

¿Qué adornos se deben evitar en la Corona de Adviento?

Más importante que los adornos que se deben evitar, es la actitud que se debe cultivar. El mayor peligro para esta tradición no es un adorno equivocado, sino convertirla en un "rito vacío". Un rito se vacía de contenido cuando se realiza por mera costumbre social, porque "está de moda" o simplemente para sentirnos bien con nosotros mismos, en lugar de ser un acto religioso, es decir, una relación consciente y buscada con el Dios vivo.
Por ello, se deben evitar elementos como renos, Papá Noel o "cualquier otro animalito", no solo porque son ajenos a la fe, sino porque pueden distraernos del verdadero centro: el misterio de Dios hecho hombre. La sencillez de la corona es su mayor elocuencia. El objetivo final es que cada vela encendida sea un paso más en nuestro camino hacia un encuentro real con Cristo, permitiendo que su luz ilumine verdaderamente nuestra vida.

Según lo prometido, este curso es GRATIS. Pero puedes dejar tu colaboración para poder seguir brindando este servicio.