Los católicos tenemos muy en claro esta verdad: uno solo es nuestro Mediador, Cristo Jesús (1 Tim 2,5). Pero María, que suscitó con su intercesión el comienzo de los milagros de Jesús en Caná de Galilea, asunta a los cielos no dejó esta misión salvadora, sino que con su múltiple intercesión continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna.
Te explicamos porque es lícito usar la palabra mediación para referirnos a la misión de María... o en su defecto "intercesión". También te damos las claves cristológicas y eclesiológicas para que te ubiques con seguridad en la sana doctrina
Para profundizar
+ Puedes leer con mucho provecho estas sencillas catequesis de Juan Pablo II: María en las bodas de Caná; En Caná, María induce a Jesús a realizar el primer milagro; La intercesión celestial de la Madre de la divina gracia; María Mediadora.
+ Para comprender el contexto te sugiero La madre de Jesús en las bodas mesiánicas de Caná de Galilea (en "Mariología" - José García Paredes).
+ Del mismo libro, Es necesaria María: su función salvífica (en "Mariología" - José García Paredes).
+ Una reflexión teológica en La mediación (en “María, madre del Señor” - Karl Rahner).
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