Esta lección es fundamental para los evangelizadores. Nos situamos siempre frente a personas a los cuales les compartimos la Vida Nueva que brota del Evangelio de Jesús. Estas personas son, antes que nada, interlocutores: tenemos con ellos un dialogo como el Señor Dios los tiene con nosotros.
La denominación destinatario pastoral puede sonar un tanto despersonalizada. Pero es un simple término técnico que nos ayuda a descubrir al otro como quién recibe la Palabra divina por nuestras acciones. Puedes reemplazarla, si te resulta más feliz, por interlocutor pastoral. Pero no nois detendremos en nombres sino en el contenido que el nombre determina.
La pregunta que todo evangelizador debe hacerse siempre es: ¿quién es el otro con quién comparto la fe? Todos somos personas únicas e irrepetibles… todos vivimos, en el aquí y ahora, de una manera determinada la fe. No hay un anuncio estándar del evangelio: siempre es un traje a medida.
Te vamos a compartir una serie de descripciones que te ayudarán a descubrir la identidad de tu interlocutor. No te asustes por la cantidad de conceptos. No son para que los memorices, sino para que descubras que el otro es complejo… que anunciar la Palabra a la medida del otro también es complejo.
El contenido de la lección
Como siempre, comenzamos con un video motivador que te ayudará a situarte en el texto.
Visto el video, este texto desarrolla casi todo el contenido allí expresado. Descargalo y tomate un tiempo para estudiarlo. Te recomiendo que anotes en un papel las distintas maneras de aproximarte a la identidad del sujeto que tienes por delante. Hay varios enlaces que no son de lectura obligatoria, pero que te pueden ayudar a comprender mejor determinadas características.
Embudo evangelizador
Así como descubrir quién es el que tengo por delante es una tarea compleja, también las acciones para evangelizarlo lo son. Siempre debemos ir de menor a mayor, partiendo de acciones más generales para llegar al "traje a medida".

Este proceso está tomado del marketing y nos puede ayudar a percibir que alcanzar la meta se logra luego de dar varios pasos.
Atraer: Son acciones más generales a través de las cuales simplemente llamamos la atención del otro, despertamos su interés, su curiosidad.
Interactuar: Avanzamos en la interacción ya de una manera personalizada, en un dialogo que, sobre todo, escuche y responda a sus preocupaciones.
Convertir: es la acción que anuncia y transforma a la persona en creyente (o lo hace crecer más en su fe). Este paso es eficaz cuando fue precedido por los otros dos.
Fidelizar: Son las acciones que ayudan a que la persona siga en el camino que comenzó. Esto es importante y el lo que denominamos, de manera general en el proceso pastoral, como atención pastoral. Esta acción es lo que diferencia una pastoral de eventos de una pastoral de procesos.
Esto se podría desarrollar mucho más. Se necesitaría un curso sólo para comprender estos pasos y descubrir las acciones para llevarlo adelante, lo cual excede esta introducción básica. Pero quisimos compartírtelo como para que te ayude a despertar procesos evangelizadores basados en las necesidades del destinatario.
Según lo prometido, este curso es GRATIS. Pero puedes dejar tu colaboración para poder seguir brindando este servicio.